Las pruebas psicométricas empleadas en la selección de personal son herramientas muy útiles a la hora de reclutar candidatos que reúnan las cualidades requeridas por las empresas. Hoy en día existen diversos tests con los que llevar a cabo estos análisis. Dependiendo del aspecto que se desee observar, los responsables de recursos humanos se decidirán por una u otra metodología que ayude a entender aspectos únicos de la personalidad. Hoy queremos hablarte del Test de Wartegg, cómo se usa y de qué manera puede ayudarte esta técnica proyectiva a seleccionar al mejor candidato. ¡No pierdas detalle!
¿Qué es el Test de Wartegg?
Tal y como en otras pruebas proyectivas como el test de Roscharch, el test de Luscher o el test de Murray, el test de Wartegg sirve como método de análisis de aspectos de la personalidad relacionados con las percepciones únicas de quien lo realiza.
Esta técnica se fundamenta en un análisis gráfico en el que se representan ocho cuadros distintos, con elementos dispares, y que la persona que lo realiza va dibujando según le parezca.
La evaluación psicológica desprendida, de gran utilidad en los procesos de reclutamiento, sirve para hacer mediciones de distintos aspectos que servirán como fuente de información con la que reclutar al candidato que más se ajuste a lo requerido. Por lo que, además, puede usarse como guía para evitar los errores más comunes a la hora de reclutar.
No hay ninguna regla a la hora de realizar los dibujos, solo la premisa de usar los elementos gráficos que se presenten en el recuadro en cuestión de la manera en que se prefiera.
Dada la complejidad de los diferentes aspectos de la personalidad, este tipo de técnicas proyectivas tratan de averiguar componentes difíciles de determinar en otro tipo de métodos de selección. Como por ejemplo, la creatividad, los aspectos subconscientes de la personalidad, las expectativas, las emociones y las capacidades de análisis del individuo.
¿Cómo ponerlo en práctica?
Para llevar a cabo este test, se le debe entregar al candidato una hoja en la que pueda poner sus datos y que contenga los ocho recuadros con las figuras que deberá desarrollar en su dibujo. Además, cada uno de los dibujos deberá llevar un espacio para poner el título. Este es un aspecto que ayuda a entender el concepto que la persona ha querido plasmar. Asimismo, debe contener un apartado en el que el candidato pueda escribir una pequeña apreciación de cuál ha sido su favorito, cuál el más difícil de hacer y cuál el más sencillo.
El tiempo de realización de la prueba oscila de entre los 25 a los 35 minutos, por lo que es un método fácil de implementar durante los procesos de selección que tengan entrevistas previas.
Aunque cada recuadro está pensado para evaluar conceptos como las ambiciones, las actitudes interpersonales o el tipo de afectividad del individuo, las características generales que se observen también serán componentes importantes a la hora de evaluar la prueba.
Para realizar la interpretación de los resultados, es importante tener en cuenta el uso del recuadro, el tamaño de los dibujos y cómo ha utilizado las figuras presentes previamente, de manera que se observe el conjunto del que desprender las peculiaridades de la personalidad.