La base del engagement de la plantilla y, por tanto, del rendimiento y aumento de la productividad para la empresa, es la confianza. Si los trabajadores desarrollan su actividad en un clima de bienestar laboral, manifestarán una buena valoración de la empresa. No obstante, en ocasiones no se gestiona adecuadamente la experiencia del empleado y se puede recoger una mala valoración de estos. Lee aquí sobre su impacto negativo y cómo remontarla hasta lograr una buena reputación interna.

Impacto de una mala valoración de la plantilla

El principal impacto negativo tiene que ver con la capacidad de la empresa para retener el talento o cubrir puestos vacantes. Especialmente, la generación millennial busca crecer en su carrera profesional y no necesariamente en la misma compañía. Cambiar de organización va a ser la consecuencia de consultar las referencias de los exempleados fundamentalmente.

Integrar la experiencia del empleado en la estrategia empresarial es sinónimo de un buen funcionamiento a nivel organizacional y llave para el éxito. Esas valoraciones pueden referirse al clima laboral, en general, o a la dirección o, incluso, al jefe o jefa en particular. En estos casos, es muy importante definir la imagen no solo con las tareas propias sino con tendencias que se piden a los CEO, como que participe en foros públicos, es decir, que muestre compromiso y activismo en los temas de actualidad.

Impacto de una mala valoración de la plantilla

Cómo remontarla y lograr buena reputación

Hasta hace poco recogías el sentir de la plantilla con unas encuestas o sistemas de evaluación. Desde que las redes sociales son el pan nuestro de cada día, la imagen pública de la empresa desde la mirada de los empleados es fácilmente accesible en plataformas equivalentes a TripAdvisor pero dentro de la categoría de recursos humanos, como Glassdoor o Workopinion.

Para la gestión de estas valoraciones lo primero es poner atención al movimiento en redes y eliminar los comentarios negativos. Hay que actuar deprisa para evitar que se expanda hacia el exterior. En estas plataformas no solo se opina sobre el CEO, sino que también se valora el rango salarial, la conciliación de la vida laboral y personal, la flexibilidad, los tipos de entrevistas propios de la organización o las tareas que se ofrecen. Ser transparente y fomentar información de calidad evitará a la empresa pasar por un mal trago.

Una de las herramientas que muchas compañías descuidan es la entrevista de salida. En ella evalúas las razones por las que el empleado decide dejar de formar parte del equipo y aseguras una buena relación después del cese. Los mejores embajadores de la organización, que nutren y posicionan el employer branding, son quienes han formado parte de la plantilla.

Ya sabes cuáles son las tendencias a seguir para mejorar la reputación de la empresa. Sin embargo, a nivel interno es clave ofrecer lo demandado por los empleados, especialmente en este mundo híbrido: el derecho a la desconexión, la escucha activa de las propuestas o garantizar la igualdad y diversidad de la plantilla. Estas medidas evitarán las malas valoraciones y el agotamiento o burn out de los trabajadores.