Los síntomas del desgaste laboral o burnout son muy evidentes. Los trabajadores parecen no disfrutar del trabajo y se muestran cansados. Los logros y objetivos conseguidos no causan la emoción que debieran, los empleados afirman sentirse agotados física y mentalmente. El rendimiento y la productividad decaen y predomina el mal ambiente en los equipos de trabajo. Si observas estos síntomas entre tus trabajadores, ¡es hora de actuar! 

El desgaste laboral suele darse en profesionales con jornadas laborales muy extensas o con trato directo con el público. Normalmente empieza con estrés y la sensación de que no se dispone de tiempo, energía o capacidad para hacer frente al trabajo diario. Si el desgaste laboral no se trata a tiempo puede derivar en agotamiento físico y mental, y conductas negativas o destructivas que pronto arrastrarán a todo el equipo. Cuando antes se ponga freno a la situación, en menos tiempo volverá todo a la normalidad y se recuperará la productividad. 

Cómo disminuir los síntomas de desgaste laboral

Existen diferentes maneras de reducir los síntomas de desgaste laboral. No todos ellos funcionan con todos los empleados. Por tanto, lo más adecuado es probar varios métodos y confirmar si hay una respuesta positiva entre los trabajadores. Estas son algunas fórmulas para disminuir el desgaste laboral:

Invierte en el descanso de tus empleados

Ante el crecimiento del estrés en la plantilla, lo mejor es ofrecer a los trabajadores momentos de ocio y de descanso que sirven para liberar la mente. Las posibilidades pueden variar en función de la capacidad de la empresa, pero pueden ir desde la instalación de un gimnasio o una sala de relax en el centro de trabajo, hasta el ofrecimiento de descuentos en un gimnasio cercano o la invitación a asistir a una masterclass de yoga o taichi. En este sentido, también puede ayudar la formación relacionada con el crecimiento personal, como técnicas de meditación o mindfulness. Introducir hábitos saludables en el centro, como ofrecer la posibilidad de tomar comida sana, también puede ayudar a combatir la sensación de desgaste laboral. 

Avanzar en pequeños objetivos

En vez de querer alcanzar grandes metas, lo que puede llegar a causar estrés, es mejor dividir los retos en pequeños objetivos, más manejables y fáciles de conseguir. Una vez alcanzados los retos conviene celebrar los éxitos con una pequeña recompensa. 

Cambio de escenario

A los trabajadores que presenten síntomas de desgaste laboral se les puede ofrecer un cambio de escenario. Una jornada de teletrabajo puede ser suficiente para evitar el cansancio. Además, resulta fundamental replantear posiciones. La afirmación de “no puedo conseguirlo” tiene que dar paso a “cómo puedo conseguirlo”. 

Intercambio de opiniones

Una simple charla puede ayudar, y mucho, a los trabajadores. Ofrece a los empleados la posibilidad de expresar sus preocupaciones, con el fin de alcanzar una solución a su problema de desgaste laboral. Se puede redefinir el concepto de éxito para que el trabajador no solo disfrute de los logros, sino del camino recorrido. Estas conversaciones son una inmejorable opción para comenzar a desarrollar un plan saludable personalizado y comenzar a dejar atrás los síntomas de desgaste laboral.

Trabajar con menos objetivos

Si hay trabajadores obligados por la larga lista de tareas pendientes, conviene priorizar las más importantes y acotar las que se acometen en cada jornada de trabajo, lo que evitará que el empleado se sienta presionado. 

Si con estos pequeños cambios continúa la sensación de desgaste laboral, resulta adecuado acompañar al trabajador en su proceso de gestionar sus sentimientos. Ofrecer al empleado ayuda psicológica puede convertirse en una manera de dejar atrás el estrés y volver a ser un profesional resolutivo, eficiente y productivo.