Como consecuencia de la pandemia y su alargamiento en el tiempo, muchos trabajadores han sufrido un decaimiento y malestar emocional. La empresa puede implementar ciertas medidas para mejorar el bienestar de la plantilla y regular el absentismo que provenga de esta causa. En la Estrategia de Salud Mental 2022-2026 se recoge el papel protagonista de las organizaciones en la vigilancia y promoción de la salud mental entre los trabajadores.
La importancia de cuidar la salud mental
Los diagnósticos relacionados con problemas de salud mental se han incrementado en un 50% desde la declaración de la crisis sanitaria y son la segunda causa de baja laboral. La vigilancia de la salud no solo es competencia de las instituciones y organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las empresas juegan un papel fundamental en el cuidado emocional y psicológico de las personas. Y así queda recogido en la nueva Estrategia de Salud Mental 2022-2026.
Las situaciones de aislamiento debido al teletrabajo, depresiones, ansiedad y estrés por las sobrecargas de tareas han tenido un impacto negativo en la salud mental de los trabajadores. En el borrador de este documento se deja constancia de que las organizaciones «deben formar parte de una estrategia integrada de salud y seguridad que abarque prevención, detección temprana, apoyo y reincorporación o readaptación». El objetivo es contrarrestar los factores de riesgo y reforzar los factores protectores.
Claves para promover el bienestar
Para ofrecer a la plantilla lo que necesita en este momento, y teniendo en cuenta que puede variar mucho con lo que pueda requerir dentro de un par de meses. Es importante basar el programa de salud y bienestar en una escucha activa. Para ello, puedes basarte en datos objetivos recogidos con encuestas o en un buzón de sugerencias. Pregunta al equipo por sus actividades favoritas y ofréceles lo que sea más interesante para ellos.
El siguiente paso para reducir los factores de riesgo en el entorno laboral es crear o mejorar los canales de comunicación. De esta manera, te aseguras de que toda la plantilla conoce el programa completo, así como las opciones para participar. Poner en valor el impacto positivo del trabajo en la salud mental es la clave, siempre que vaya en paralelo con unas condiciones equilibradas y ajustadas a las necesidades de los perfiles.
En el Plan de Prevención de Riesgos Laborales debe constar un apartado específico para los temas de salud mental. Implementa un programa de bienestar emocional con espacios virtuales o presenciales de afterworks, organiza actividades de team building, recoge de manera periódica el sentir de la plantilla y detecta con tiempo las señales de alarma con posibles derivas hacia problemas de salud mental.
Por último y de manera general es importante desestigmatizar las enfermedades de salud mental. Tratar de evitar el abuso de fármacos con un claro sesgo de género, es decir, con un impacto negativo significativamente mayor en las mujeres. La flexibilidad y la apuesta por políticas de conciliación realistas disminuyen el estrés y la sobrecarga.