Contar una compañía bien considerada de la que todos sus empleados y clientes hablan maravillas es el objetivo de cualquier empresa. Conseguirlo, no obstante, conlleva un esfuerzo del que pocas veces se es verdaderamente consciente. En este sentido, la figura del brand ambassador o embajador de marca se crea de manera natural, gracias a diferentes estrategias, y es un componente de valor incalculable en materia de reputación e imagen corporativa. ¿Quieres saber en qué consiste cómo puedes potenciar esta figura dentro de la empresa? Si ese es tu caso, ¡no pierdas detalle!

¿En qué consiste la figura del ‘brand ambassador’?

Seguro que, en alguna que otra ocasión, has oído hablar de esa empresa estrella de la que nadie, ni clientes ni empleados, tiene una sola mala opinión. El boca a boca ayuda a aumentar la impresión de que la empresa en cuestión es merecedora de confianza y, por tanto, consigue más clientes y más talento interesado en trabajar con ellos, porque ¿quién mejor que los relacionados con una empresa para dar su opinión acerca de ella?

Este caso ejemplifica el verdadero valor de un brand ambassador, una figura que, a causa de sus experiencias positivas con una empresa, la recomienda a su círculo. Ya sea físico, a través de familiares y amigos, u online, por medio de las redes sociales.

No obstante, no debes confundir el papel de un embajador de marca con el de un influencer contratado para publicitar y elogiar la labor de una empresa en cuestión. El brand ambassador lleva a cabo esta publicidad positiva por iniciativa propia. A causa de su propia satisfacción con la empresa y sus servicios o productos, actúa como un embajador que pone de manifiesto su experiencia positiva hacia otros posibles clientes.

Independientemente del alcance que tenga el brand ambassador en lo referente a su repercusión social, cualquier persona que verdaderamente aprecie la forma de actuar de una marca será un impacto positivo para la imagen externa que proyecta.

Empleada actuando como brand ambassador

Qué estrategias puedes seguir para potenciar la figura del ‘brand ambassador’

El trabajo orientado a crear embajadores de marca debe tener en cuenta todas las fases del proceso de producción de una compañía. Especialmente aquellas dedicadas al cuidado de los clientes internos y externos.

Para tener en cuenta los procesos más importantes, a continuación te presentamos las estrategias principales con las que potenciar la figura del brand ambassador.

Los valores de marca como pilar esencial

Un aspecto que no debe descuidarse bajo ningún concepto son los valores que se establecen al crear la marca. Tener claro cuáles son los elementos referidos a la misión, la visión y los valores, y fomentarlos con cada una de las estrategias recogidas en la empresa hace que la empresa genere su propia identidad. Lo que resulta vital para poder ofrecerla como garantía de compromiso y calidad a los diferentes públicos de la empresa.

Bienestar laboral

Cuidar en todo momento la comodidad, la satisfacción y el bienestar de los empleados son elementos que no se pueden pasar por alto. Las estrategias recogidas en el plan de bienestar laboral son un paso que no debe omitirse para asegurar que los estándares se ajusten a la realidad de la plantilla.

Atención a las necesidades del cliente

Por supuesto, asegurar que los clientes cuenten con la mejor experiencia posible en cada uno de los servicios ofrecidos es otra base sobre la que fomentar la figura del embajador de marca. Esto no quiere decir que se persiga el ideal de dejar de cometer fallos por completo, sino que cada posible error con respecto a un cliente se intente solventar de la mejor manera posible, cuidando en todo momento el resto de procesos que experimenta al hacer uso de la marca.

‘Feedback’ continuo en todas las áreas

Por último, el feedback recibido en encuestas de clima laboral o en aquellas dedicadas a la satisfacción de los clientes serán herramientas de inmenso valor con las que establecer correcciones y nuevas líneas de actuación.