Una de las claves para mejorar el rendimiento en el trabajo es que seas capaz de no despistarte de lo que estás haciendo. Mantener la concentración no significa que tengas que estar como una seta en tu puesto. Estos consejos te orientan para conseguirlo sin que termines convirtiéndote en un cíborg.
Tres claves para mejorar tu rendimiento en el trabajo
1. Tómate en serio lo de los descansos. A veces estamos tan inmersos en una tarea que nos olvidamos de descansar el tiempo establecido durante la jornada. Está reconocido por derecho, y tiene su razón de ser. Si no lo haces, puede que consigas un rendimiento excelente durante 3 o 4 horas, pero ¿ qué haces las otras 3 o 4 horas que quedan de la jornada? Descansando lo que te corresponde, podrás afrontar la jornada completa con eficiencia. Por otro lado, plantéate si el no hacer los descansos es una cuestión de presentismo laboral y trata de resolver esta situación contraproducente para tus intereses y para los de la empresa. Cuida también los descansos fuera del trabajo. Mantén una alimentación adecuada y duerme las horas necesarias para recuperarte.
2. Divide tu trabajo en dos clases de tareas. Las que requieren suma atención y las más mecánicas. Las primeras no será fácil retomarlas si tienes interrupciones, mientras que las segundas puedes volver a ellas en cualquier momento. Si tienes que gestionar correo o cualquier tipo de comunicaciones (llamadas, redes sociales…), trata de dejarlo siempre para determinadas horarios en los que sabes que es «hora punta». Después de comer, cuando la baja concentración responde casi a una cuestión física, es un buen momento para resolver las tareas mecánicas pendientes. Deja las que requieran más concentración para las horas en las que te encuentres más despejado y, sobre todo, que no haya tanta actividad a tu alrededor. Tómate 5 minutos a primera hora y planifica el día para no tener que distraerte después a cada cambio de actividad. Esta hora es también buen momento para prever lo que vas a necesitar durante la jornada y evitar interrupciones después.
3. Adáptate a tu entorno. Si hay un ruido molesto que continuamente interrumpe tu concentración y no puedes hacer nada para resolverlo, intenta obviarlo poniéndote música. Si la tarea que tienes que llevar a cabo requiere un esfuerzo mental, elige música clásica o melodías. Por otro lado, acostumbra a tu entorno familiar a que no te interrumpan en el horario laboral. Planifica también las llamadas no relacionadas con el trabajo. Puedes aprovechar el tiempo de descanso o la hora de la comida. En los tres minutos de ir al servicio puedes aprovechar incluso para contestar algunos whatsapps.
Y… tres ejercicios para que aumentes tu concentración
Hay gente con más predisposición, pero la concentración también se entrena. Practica a diario cualquiera de estos tres ejercicios y verás cómo pronto notas los resultados:
- Define un objeto. Escoge un objeto sencillo, un clip por ejemplo, y ponte a pensar en sus cualidades. ¿De qué material está hecho? ¿cuánto crees que pesa? También puedes centrarte en dónde se fabrica, dónde puedes comprarlo y a qué precio… El objetivo es que estés pensando unos 5 minutos en el objeto sin que el tren de pensamiento te lleve a otros lugares que nada tienen que ver con un clip.
- Recorre el camino inverso en el día. Antes de irte a dormir, dedica unos 5 minutos también a pensar en todo lo que has hecho durante el día. Empieza por lo más reciente y termina en el minuto en que te has levantado por la mañana. No es necesario que te recrees con los detalles. Debes conseguir no quedarte atrapado en un momento especialmente difícil o desviar el pensamiento hacia otras cosas. Con la práctica, se consigue.
- Mientras caminas. Ya solo el hecho de caminar mejora la concentración. Puedes reforzarla además contando pasos: primero cuenta cinco pasos; al siguiente paso, empieza de nuevo la cuenta pero añade un paso más. Vuelve a empezar la cuenta y sigue añadiendo un paso cada vez hasta que llegues a 10. Después, empieza la cuenta con cinco pasos y continúa la nueva secuencia. Puedes repetirla varias veces.
Esperamos que estos consejos mejoren tu concentración, no solo en el trabajo sino en cualquier actividad que requiera que centres toda tu atención.