Los trabajadores interiorizan tanto la crisis que muchos consideran que no se debe pedir un aumento de sueldo en estas circunstancias. Aunque no hay una tendencia generalizada sobre este tema, lo que sí es cierto es que «los empleados no van a dejar de pedir incrementos salariales, pero entienden mejor que no se les suba el sueldo o que se haga de una manera menos elevada», opina Rafael Barrilero, socio de Mercer.
Por otro lado, los empresarios buscan fórmulas que les permitan continuar premiando a sus equipos, sin que esto suponga aumentarles el sueldo. Por ello, en los últimos tiempos se implantan una serie de beneficios, como los planes de pensiones o los seguros, que permiten mejorar la situación de los empleados sin tener que aumentar el gasto. De acuerdo a esta tendencia de moda, Rafael Barrilero señala que las empresas están intentando correlacionar los incentivos a los buenos resultados, de manera que «se paga por la consecución de éxitos que generan valor a la compañía». En esta línea se están centrando las entidades del sector financiero, que han introducido cambios en el diseño de sus bonos anuales o incentivos a corto plazo.
El estudio realizado por Mercer entre 61 compañías con presencia mundial en los sectores de la banca y los seguros, recoge que muchas empresas europeas han introducido un bono diferido obligatorio ligado al rendimiento. Asimismo, dentro de las tendencias de compensación que ofrecen las compañías a sus trabajadores, está ganando terreno la que fomenta la mejora de la trayectoria profesional. Las empresas están facilitando a sus empleados adaptar su trayectoria profesional a las estrategias de la compañía. Les ofrecen formación y la oportunidad de emprender nuevas líneas profesionales dentro de su organización. A cambio, la empresa recibe menos impacto en sus gastos y, además, cuenta con gente formada y adaptada para sus necesidades de negocio en el futuro.