Cuesta mucho construir una reputación de excelencia y calidad de la marca corporativa. Sin embargo, es sencillo que el edificio caiga y el código ético asociado deje de estar legitimado. Para implementar una óptima cultura empresarial, cuenta con un headhunter que reclute al equipo directivo conforme a unos valores coherentes con tus principios morales. Las empresas necesitan confiar en su contratación. Por ello, el reclutamiento se basa en requisitos éticos como los que vas a leer en este post.
Trabajar como headhunter
Una leyenda urbana atribuye a Groucho Marx la frase: «Estos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros». Y es que la nueva era donde la adaptabilidad al cambio es el mejor valor en un profesional, no significa que el ideal sea el “todo vale” o el “café para todos”. Más bien al contrario, en el ámbito laboral y en el proceso de reclutamiento en concreto, se buscan principios sólidos que sustenten esa flexibilidad con los entornos VUCAH.
El trabajo de un cazatalentos o headhunter implica un compromiso directo entre la empresa cliente y el consultor que busca directivos para encontrar al candidato idóneo para un determinado puesto de trabajo. Partiendo de la exigencia ética básica de cumplir con él y con las leyes y regulaciones también de ámbito internacional, la literatura experta ha destacado otros requerimientos éticos:
- Analizar y conocer el puesto a cubrir y la empresa que ha solicitado los servicios.
- Definir el perfil idóneo del candidato a reclutar y establecer las necesidades del cliente.
- Seleccionar el mercado de candidatos potenciales.
- Solicitar e intercambiar referencias sobre personas y contactos.
- Entrevistarse personalmente y con rigor con las candidaturas presentadas.
Como habrás observado son rasgos de profesionalidad y calidad en la gestión de proyectos. Preservar los intereses de todos los stakeholders es uno de los objetivos de implementar un código ético. Como headhunter es también su responsabilidad el conocer y comunicar este conjunto de normas y límites. Y para la candidatura, la posición del headhunter será la de un aliado de carrera profesional.
Código ético del headhunter
La pregunta que sostiene la ética es: ¿qué debo hacer? Sobre ella, se limitan los derechos y obligaciones también en el ámbito laboral. En este caso particular, los must que orientan el código ético del headhunter son:
- Profesionalidad, entendida como executive search y que se manifiesta en que el headhunter no espera a que le llegue una candidatura, sino que la busca y selecciona de manera proactiva.
- Integridad, pues la valoración de los requisitos y las necesidades debe ser sincera y realista.
- Competencia, tanto en el sentido de conocimientos y experiencia, como en la garantía de no trabajar con empresas competidoras hasta que se manifiesten y resuelvan los posibles conflictos de intereses entre ambas.
- Objetividad, pues España es uno de los países donde más alto es el índice de puestos directivos ocupados por trabajadores no cualificados pero “bien relacionados”.
- Igualdad e inclusividad, respetando los Derechos Humanos y la dignidad de las candidaturas. Uno de los must tras la pandemia es atender al cambio climático y de modelo de energía, que sube entre los criterios éticos en el proceso de reclutamiento.
- Precisión, para optimizar el trabajo de reclutamiento del headhunter y no demorar la necesidad de cubrir la vacante.
- Confidencialidad y privacidad, con un riguroso respeto a la LOPD. También aplicado en el entorno de la transformación digital donde el movimiento de datos fluye en entornos virtuales cuya seguridad y transparencia debe estar garantizada.