Contar con equipos de trabajo cohesionados es de gran importancia para alcanzar los objetivos estratégicos de las compañías. La confianza, la escucha y el fomentar dinámicas grupales son requisitos imprescindibles para reducir la rotación de una plantilla. El bienestar laboral es uno de los rasgos que buscan las nuevas generaciones para permanecer en un trabajo. Por otro lado, la comunicación clara y en tiempo real evita malentendidos y fricciones. Pero ¿Cómo se puede lograr esa cohesión en los equipos de trabajo?

La importancia de la cohesión en equipos de trabajo

Aunque hay días que sientas el desánimo por la alta rotación en tu empresa, recuerda que la plantilla es tu primer cliente. En ocasiones, sentirás la tentación de “tachar de buenismo” el basar la gestión del equipo en la confianza plena en sus potencialidades. Pero debes aceptar la importancia de contar con un equipo cohesionado. Los liderazgos contemporáneos ponen el acento en la atracción y retención del talento. Las nuevas generaciones además consideran una de sus razones prioritarias para permanecer en un puesto el bienestar laboral.

El reto es generar dinámicas grupales donde cada miembro integre la cultura corporativa aportando su valor hacia la consecución de los objetivos estratégicos. Lo que suma cada trabajador de manera individual debe ser reconocido no solo económicamente. Demostrar el agradecimiento y la confianza en reuniones de uno a uno motiva al empleado y optimiza los recursos humanos. Resulta increíble el gran ahorro que supone contar con personal comprometido. Piensa que todas las tareas fluyen, no hay desgaste de energía con las fricciones y el buen ambiente se contagia mejorando el rendimiento grupal e individual.

La cohesión en equipos de trabajo es fundamental para alcanzar los objetivos de cualquier compañía

5 maneras de lograr la cohesión en equipos de trabajo

Cuando llegas a un equipo, el primer paso es activar la escucha activa para detectar los distintos roles y las posibles interferencias que hay entre los miembros. No es aconsejable aterrizar en un grupo señalando las deficiencias o proponiendo mejoras, sin haber realizado previamente el diagnóstico. Así pues, estas son las cinco maneras para cohesionar al equipo:

  • Pasa una encuesta o realiza talleres de brainstorming donde recojas esta primera información valiosa. Procura que no parezca forzado o una impostura. Transmite desde el minuto uno tus planes de manera transparente.
  • Comunica con claridad y en tiempo real: nada como la sospecha o la desconfianza para promover malos entendidos que quiebren al grupo. No te preocupes por repetir las consignas o las necesidades. Es preferible pecar de explícito que de oscuro.
  • Estructura los objetivos: delimita de manera precisa el desempeño que esperas de cada miembro, fomentando la colaboración y el compañerismo. Puedes gamificar mediante retos los logros semanales y proponer competiciones interdepartamentales.
  • El equipo va más allá de la jornada laboral: conocer sus deseos, expectativas y, sobre todo, críticas te va a permitir ofrecer el afterwork que necesita tu plantilla para entrenar el diálogo que basa ese sentimiento de pertenencia compartida.
  • Selecciona con criterio a todos los niveles. El liderazgo tiene que sentirse cómodo en su rol de facilitador. El autoritarismo está desfasado y es contraproducente. Un responsable humilde y que sepa mostrarse vulnerable fomenta la participación del grupo.