En la Navidad de 2020 prácticamente todas las cenas de empresa se suspendieron para evitar los contagios de la COVID-19. El efecto rebote ha supuesto la reserva completa para este 2021. Sin embargo, los nuevos casos y variantes junto con la incertidumbre e inseguridad asociada, invita a reflexionar sobre las ventajas e inconvenientes de celebrarlas. Objetivo: fortalecer el team building sin perjuicio de la seguridad ni de la protección de datos.
Ventajas de las cenas de empresa
Como ventaja principal, las cenas de navidad son uno de los eventos destacados del año para fortalecer el team building. El contexto es festivo y relajado, la oportunidad perfecta para que toda la plantilla se conozca y gane confianza, tanto en sí mismo, como en sus compañeros y responsables. Los beneficios psicológicos de encontrarse y salir del aislamiento se han multiplicado tras la implantación del modelo híbrido o en remoto.
En un ambiente festivo se dan más situaciones en las que ser valorado y reconocido por tus iguales. Además, se pueden mostrar otras cualidades y rasgos que en el entorno laboral no siempre procede expresar. Así, estas cenas y el humor que recorre las mesas, suponen un alivio para el estrés laboral. Compartir estos momentos con el equipo refuerza los vínculos y mejora la comunicación.
Finalmente, numerosos estudios evidencian que trabajar en un entorno con amigos, y donde el compañerismo sea el eje principal, mejora la productividad, la motivación y la creatividad de los trabajadores.
Inconvenientes de celebrarlas en pandemia
Dependiendo del momento de su carrera profesional, un trabajador puede percibir las cenas navideñas como una oportunidad de mejorar las relaciones con los otros compañeros. O bien como un compromiso desagradable. La cuestión es que en la actualidad, a esa impresión subjetiva, debes sumarle el contexto sanitario.
Ante el temor por restricciones de aforo, las reservas en hoteles y restaurantes se han anticipado. De tal manera que muchos de los responsables aseguran estar completos hasta enero. Simultáneamente, el mensaje es de tranquilidad, dado el alto índice de vacunación y que las cenas juntan a personas que habitualmente trabajan juntas, a no ser que el equipo esté en remoto.
Para gestionar el evento, en el deseable caso de no tener que anularlo, es aconsejable que desde recursos humanos cuides el proceso. Para no vulnerar la protección de datos, realiza la convocatoria por el canal habitual. Por ejemplo, mandando un mail con un formulario incluido. En dicha comunicación, recuerda la normativa de la Comunidad Autónoma en la que te encuentres. Pues en la actualidad hay diferencias y cambios, así que hay que estar atentos.
Informa por último de las medidas de seguridad y las restricciones, solicitando la confirmación. La ley actual no permite requerir ni el certificado Covid ni el test de antígenos para acudir al encuentro. Sin embargo, desde el Ministerio de Sanidad animan a vacunarse a toda la población y a reducir el número del grupo que se encuentre para la cena de navidad.
También han surgido propuestas digitales que permiten medir el riesgo de contagio en interiores según indicadores de asistencia, espacio, ventilación o tiempo de duración del encuentro. Estas aplicaciones sugieren medidas para combatir el riesgo relacionadas con las mascarillas ajustables, los filtros en la ventilación o la distancia de seguridad.