Las empresas son como un ser vivo; si todo va bien, se transforman y crecen. Puede que en un momento dado, necesiten un aporte de recursos extra en poco tiempo. Por ejemplo, cuando se van a abrir otras sedes o realizar un aumento considerable de la plantilla. Para que este crecimiento sea armónico, se buscará personal que coordine a la nueva plantilla y qué mejor que contar con líderes que ya conocen la empresa. ¿Quieres saber cómo detectar el liderazgo entre los empleados para proponer las candidaturas más adecuadas?

Una herramienta eficaz para detectar liderazgo: sacar del medio habitual

Por ejemplo, a través de programas formativos. Si la empresa va a experimentar un cambio sustancial, la formación nunca está de más. El aula es un entorno mucho más horizontal, donde cada empleado deja su puesto a un lado y su maestría, y se coloca al mismo nivel que el resto de sus compañeros. Aunque unos destacarán como mejores alumnos, se parte de una mayor igualdad. Valores que de por sí no denota liderazgo alguno, como la antigüedad en la empresa, quedan completamente desplazados.

Por otro lado, se proporciona un lugar común donde cada cual hace su propuesta y se muestra de una forma más relajada y distendida. Es en este tipo de medio donde suelen verse actitudes relacionadas con el liderazgo, como la capacidad de exponer una tesis, de hacer alianzas, de comunicar una idea, de repartir funciones o de organizar y planificar un determinado proyecto relacionado con la actividad formativa, entre otras.

Otra idea sería sacar al trabajador de su entorno de seguridad mediante la rotación de puestos. Esta técnica ha resultado muy eficaz a la hora de conseguir que el personal tenga una visión más amplia de su puesto. Esto redunda en que cada uno trabaje pensando en la repercusión que tendrán sus actividades en la marcha de la compañía. Se refuerza así el objetivo común y, por tanto, se beneficia el crecimiento.

Sin embargo, esta medida tiene una cara oscura. En el caso de que roten las jerarquías (lo que beneficiaría la detección de nuevo liderazgo), los empleados saben que mañana les tocará ser coordinados por alguien a quien ahora coordinan. El riesgo es que establezcan un liderazgo de mínimos por temor a las represalias, lo que entra en claro conflicto con el desarrollo de la empresa.

Reclutar líderes entre la plantilla

Identificar liderazgo: observación y evaluación de habilidades

¿Cómo podrías detectar una actitud de liderazgo en un botones que trabaja en un hotel? Ahí está el reto, en buscar cualidades en cualquier jerarquía de la plantilla. Estamos hablando de liderazgo y este es un traje que se puede cortar, pero muchos ya vienen con él vestidos de casa. Esto quiere decir que el botones podría ser un magnífico jefe de camareros de piso. Hay que definir las cualidades de liderazgo que se están buscando y confirmar si en determinados puestos entra en conflicto demostrarlas con el desempeño diario y qué otras actitudes nos dan la pista de que estamos ante un líder en potencia.

Por ejemplo, a un operario de una fábrica que se dedica a una labor muy mecánica diaria no se le puede pedir una alta iniciativa. Sin embargo, sí se podrá observar su proactividad. Véase: ¿tiene una forma algo distinta de hacer las cosas que optimiza sus tareas con respecto al resto de sus compañeros? Por otro lado, ¿está pendiente del trabajo del resto y de que su acción no sea una carga? Es decir, ¿favorece el flujo de trabajo porque se coordina bien con sus compañeros o lo entorpece porque solo va a la suya? Un buen trabajo en equipo requiere una visión de conjunto y esto es imprescindible para poder coordinar un equipo.

Todo este tipo de cuestionamientos son los que deben observarse de un modo lo más objetivo posible. Puedes ayudarte de tablas y puntuaciones para afinar en la evaluación.

Hacer crecer a los líderes

Una empresa que tiene el objetivo de crecer, conviene que se plantee las opciones de crecer que tienen sus empleados también. Para ello, debe posibilitar los planes de carrera dentro de la empresa. Así, de una forma natural, quien quiera optar a un puesto de mayor responsabilidad, apostará por desarrollar en este sentido su trayectoria. Con ello se asegura al menos la motivación, que es esencial, y la capacitación mediante la formación que se establezca en el plan. Este segundo aspecto también resulta crucial para poder tomar el mando con eficiencia.

Por otro lado, este tipo de planes pueden proponerse a los empleados que hayan sido identificados como líderes en potencia. Si pasan por un plan de carrera adaptado a las necesidades y objetivos de la empresa, van a saber afrontar las funciones y responsabilidades que el puesto de liderazgo requiere.