Las cosas suceden, de una manera u otra. Lo inteligente es saber cómo aprovechar lo que tenemos al alcance de la mano. Y para ello necesitamos conocer hasta dónde es capaz de llegar por sí mismo. A la hora de buscar o de encontrar empleo, posicionar nuestro currículo en línea, o disponer de una buena plataforma desde la que puedan fijarse en nosotros, es fundamental. En el artículo anterior os contaba las ventajas de usar un blog como instrumento. Hoy veremos si realmente una página de fan o un perfil de Facebook es lo adecuado.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que Facebook es la red social por excelencia. No fue la primera en implementarse y en ponerse en marcha, pero sí lo es en cuanto a número de usuarios por día y en cuanto a visitas. Es escalofriante ver las estadísticas de usuarios que interactúan cada día con sus amigos, vecinos y aplicaciones. Por lo que debe de considerarse muy en cuanta la posibilidad de utilizarlo como elemento desde el que darnos a conocer.

Facebook es escalable, pero no configurable. Y se puede personalizar algo, pero poco. Cuando digo que es escalable es que podemos incorporar nuevos elementos, nuevas herramientas, siempre que no rompan con el diseño estructural. Así, hemos de conformarnos con una presentación uniforme de contenidos, y esperar a ver llegar los cambios que se apliquen a toda la matriz de la aplicación.

Os recuerdo que no hace mucho Facebook incorporaba pestañas en la parte superior del muro, que podían personalizarse, y que permitían ampliar y personalizar el tipo de elementos que quisiéramos destacar en nuestro perfil. Recientemente dichas pestañas se han eliminado, el diseño ha quedado más cuadriculado, y realmente hemos de acoplarnos a lo que hay. Aunque las pestañas siguen existiendo, aunque en diferentes modos y formas. Incluyendo la discriminación entre aplicaciones para perfiles y para páginas de fan.

Facebook: ¿Perfil o página de fan?

A la hora de utilizar Facebook como web para publicitar nuestras capacitaciones profesionales, tenemos que tener en cuenta que no siempre vamos a estar buscando un trabajo, y que llegará un momento en que o bien hayamos encontrado el empleo deseado, o bien nos conformemos con o que encontremos y dejemos de buscar. Desde mi punto de vista, es un error usar la página de perfil para buscar trabajo. Sí puedes buscar la ayuda de tus amistades, pero ya no el colgar determinados elementos que faciliten esa búsqueda, porque lo que realmente haces es vincular todo el contenido del perfil a ese cometido.

Y ten en cuenta que a partir del momento en que empieces a usarlo para encontrar empleo, la mayor parte de la gente que te agregue o que añadas como amigo, serán para ese fin, y poco tendrán que ver con las intenciones iniciales de tu perfil. Estarías confundiendo las naranjas con las mandarinas con el único objeto de llenar un saco con el mismo tipo de fruta. Y no son lo mismo, aunque tengan el mismo color.

Mi opinión es que uses y te crees una página de fan, sobre todo porque a la hora de implementar aplicaciones suele haber diferencias entre las que van dirigidas a los perfiles y a las páginas, y también porque te permite llegar a más gente en menos tiempo. Analicemos las ventajas:

1. La página de fan puede estar vinculada a nuestro perfil personal, o desligarlo completamente. Para ello tenemos que ir a la edición del perfil de fan y en Tu configuración, y luego en Preferencias de publicación, marcaremos la primera casilla o no en función de que queramos comentar cada publicación como usuario o como administrador indistintamente.

Si bien es cierto que realmente usamos Facebook para encontrar empleo, podemos considerar que queramos charlar de determinadas cosas como usuario y no como demandante o buscador de empleo. Las diferencias siempre son un punto a tener en cuenta.

2. Podemos vincular nuestro currículo profesional de algunas redes sociales (LinkedIn lo tiene habilitado) para que se muestre directamente en nuestra página en una pestaña diseñada para tal uso.

3. También podemos instalar diferentes aplicaciones que lo hagan más vistoso, como por ejemplo una que posteriormente personalizaremos y a la que le podríamos poner el nombre de Bienvenidos, en la que podemos incluir una imagen o una presentación en flash de lo que buscamos u ofrecemos.

Además, desde las preferencias del perfil, en Gestionar permisos, y luego en Default landing tab, podremos seleccionar qué pestaña ha de ser en la que aterrice el usuario cuando quiera visitarnos (por primera vez y siempre que no sea fan ya de la página). Echad un vistazo a la mía y veréis de qué hablo pulsando en la pestaña Bienvenidos.

4. Con la página de fan puedes enviar notificaciones a todas las personas que te sigan de forma automática y sin que tengas que seleccionar a cada amigo uno por uno. Y también puedes vincular otros elementos como blog externos, cuentas de Twitter, cuentas de usuarios de Youtube… Vamos que las posibilidades son (in)finitas.

5. Por último, podréis mantener la independencia y si queréis el anonimato respecto de otros amigos. A veces duele tener que reconocer que se está buscando trabajo o que se está pasando por una situación complicada y prefieres que algunos de tus amigos o de tus allegados no lo sepan. Aunque no puedes controlar quién te sea fan, con una página de fan sí que puedes invitar a quien quieras, y al menos diferenciar amigos de conocidos. Aunque casi siempre se suele tender a que quienes te son próximos te sigan allá donde vayas.

Por resumir, la mejor opción es la de crearse una página de fan (que no un perfil). Además, cuando quieras lo puedes dar de baja, lo borras y sigues manteniendo a tus amigos sin más.

Las diferencias entre Blog y Facebook fan, en la próxima entrega.

@AntonioVChanal
Coach y Formador en Redes Sociales