La formación ‘online’ ha revolucionado el panorama educativo. Desde la irrupción de Internet, nada ha vuelto a ser igual. Tras la web, la llegada de las redes sociales ha supuesto una nueva era en las comunicaciones. Así las cosas, la formación presencial ha sabido adaptarse a estas nuevas tecnologías, aprovechando lo mejor de ellas. Nace así el llamado ‘Blended Learning’ o formación ‘mezclada’. ‘Online’ y presencial, juntas en un mismo programa o curso. Lo mejor del cara a cara maestro y profesor, con la esencia de las nuevas tecnologías. La cuadratura del círculo. En este entorno, ¿cuáles son las grandes ventajas de este tipo de formación y cuáles sus grandes apuestas? Nos responde Sergio Reyes, director de Formación a Medida del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), para quien «la flexibilidad es un elemento indispensable en la formación online, ya que sus usuarios, con gran frecuencia son profesionales que están permanentemente viajando y que, por ello, deben aprovechar el escaso tiempo libre del que disponen para continuar con su reciclaje profesional. En este sentido, la formación ‘online’ debe ser accesible a través de diversos dispositivos y no limitarse al ordenador personal. Hoy en día los contenidos de eLearning [formación online] deben poder ser visualizados desde diversos dispositivos portátiles que funcionen bajo plataformas IOS y Android porque los usuarios de la formación ‘online’ del presente y del futuro se conectan a la red, y lo seguirán haciendo, a través de smartphones y tabletas».

No concibe este profesional una formación hoy sin un fuerte componente tecnológico: «Actualmente, la plataforma de eLearning del IEB está muy presente en múltiples proyectos formativos, ya que se utiliza como una herramienta indispensable tanto en la propia formación online, como en diversos programas presenciales». En este segundo caso, como complemento a las clases presenciales y como vehículo que permite mantener un contacto permanente con el alumno para apoyarle en su aprendizaje, monitorizar su evolución académica y para ampliar el temario que se aborda en el aula. Asimismo, en aquellos programas que son 100% ‘online’, «la metodología del IEB está centrada en brindar a cada ‘alumno virtual’ varios elementos que son indispensables para facilitar el proceso formativo. Tales como: material audiovisual que sintetiza los elementos más importantes de la diferente temática que se aborda, documentación en formato digital, sistema de tutoría, sistema  de evaluación, trabajo colaborativo, etc…

De transmisor a guía

Para María Antonia Rivilla, Directora de Planificación y Desarrollo de Negocio en CESMA Business School, «las nuevas tecnologías (TIC) obligan a un cambio de metodología: no se trata de usar una pizarra digital en lugar de la pizarra de toda la vida, eso solo es un cambio de herramienta. Los formadores hemos pasado de ser transmisores de conocimientos a tutores, coordinadores, guías del desarrollo profesional de los alumnos. Los formadores tenemos que cambiar nuestra mentalidad, ahora tenemos que enseñar a nuestros alumnos a ser críticos, analistas con la información que reciben, a cuestionárselo todo. Lo que hay hoy en día es un exceso de información y tenemos que enseñar a filtrar y evaluar la información». Y añade que «la formación tiene que estar totalmente adaptada a las necesidades de las empresas, y estas ya no valoran tanto los conocimientos, que están a un clic de cualquiera, como el saber qué hacer con ellos: buscan gente con capacidad de ilusionarse, de aprender, de aportar. Con las nuevas tecnologías, las personas tenemos mucho más valor añadido; las máquinas suministran la información y nosotros decidimos qué hacer con ella ».