Contar con becarios en la empresa implica asumir ciertas creencias erróneas que se tienen acerca de este tipo de contrato. Es necesario “desmitificar” esta figura en tanto que no deben sustituir puestos de trabajo y su desempeño debe estar orientado a su formación. Además, el ahorro en la contratación de estudiantes frente a un reclutamiento ordinario, puede impactar negativamente en la calidad del servicio. Para evitarlo y, a su vez, cumplir con la normativa, nunca te olvides de la figura del tutor.
Opciones de becarios en la empresa
Lo primero que debes tener claro es la diferencia entre contratar becarios en la empresa y contratar a personal en prácticas. Un contrato de prácticas se le realiza a alguien que ya tiene sus estudios finalizados, mientras que cuando contratas a un becario, éste es una persona que todavía no ha finalizado sus estudios. En realidad, se trata de gestión de prácticas en empresas. Es decir, se establece un convenio entre el centro educativo, el estudiante y la compañía.
Si tu empresa está dispuesta a realizar convenios de prácticas laborales, conocidos como contratos de becarios, lo primero que debes hacer es registrarte como entidad colaboradora en las bolsas de trabajo de las distintas universidades o centros formativos. Pero además tendrás que cumplir con estas obligaciones del empleador:
- Entre los derechos de los becarios, es importante saber que tiene que tener un tutor académico cualificado para que le acompañe y le asesore durante sus prácticas.
- También tendrá que tener un tutor en la empresa con experiencia profesional para que le forme y supervise su desempeño. Esta figura tendrá que elaborar un informe final en el que constan las horas de prácticas y la valoración global.
- Dentro de la experiencia laboral de estudiantes, entra también la formación en prevención de riesgos laborales, así como el conocimiento de la cultura corporativa.
Mitos y ventajas de contar con personal en prácticas
Aunque es cierto que los contratos de becarios son menos costosos para la empresa en cuanto a la inversión de recursos humanos, no conviene abusar. Además de porque las normativas de contratos no permiten reclutar a becarios para realizar cualquier tarea, porque puede impactar negativamente en la calidad de los proyectos. Por ejemplo, la legislación laboral para becarios contempla que la empresa tiene que ser flexible para que el estudiante asista a determinadas actividades académicas o realice exámenes.
En la contratación de estudiantes, la empresa sólo estará obligada a dar de alta en la seguridad social al trabajador que realice prácticas remuneradas, porque las no remuneradas están bonificadas al 100% en la seguridad social. Así se afirma en la Ley 27/2011 de 1 de agosto sobre actualización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad Social.
Por otro lado, los beneficios para el becario son muchos en tanto en cuanto es su primera experiencia laboral. Al mismo tiempo, es la primera vez que puede aplicar lo que ha estudiado. Pero la jurisprudencia ha determinado que en ningún caso un becario puede sustituir un puesto laboral. La concesión de becas no consiste en beneficiarse del trabajo que desarrolle el becario, sino en la ayuda que se le da en su formación.