Nadie elige cuándo ponerse enfermo y tener que coger la baja médica, está claro. No es plato de buen gusto, ni para los trabajadores ni para la empresa. Pero estas bajas se pueden producir incluso en el momento menos oportuno, como cuando se produce una baja médica en vacaciones. 

¿Qué es una baja médica?

La baja médica o incapacidad temporal se puede dar ante un caso de enfermedad común o un accidente, sin importar si es dentro del entorno laboral o no. Para recibir esa baja, debe darse una situación en la que el trabajador requiera asistencia médica y que le deje incapacitado para realizar su trabajo.

El tiempo máximo de una baja médica temporal es de 12 meses, que pueden prorrogarse 6 meses más. 

¿Se pierden las vacaciones estando de baja médica?

Afortunadamente, la legislación ha evolucionado desde la inicial Ley 3/2012 que solo admitía la posibilidad de no perder las vacaciones si la baja médica era por embarazo, parto o lactancia. 

Actualmente, si se produce una baja médica en vacaciones se puede reprogramar el periodo vacacional del empleado dentro del año en curso, e incluso durante el siguiente si no fuera posible en el mismo año.

De acuerdo a la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), se ha confirmado en varias sentencias que los empleados en situación de baja médica deben tener la posibilidad de realizar sus vacaciones en otro momento distinto al determinado.  

No importa si la baja médica comenzó antes de la fecha prevista para sus vacaciones, o si tuvo lugar durante esos días de vacaciones. Si se da el caso de que una baja coincide con el periodo vacacional, el causante de la baja tiene que ponerse en contacto con la empresa, realizar el procedimiento de entrega de documentación de baja médica y cumplir con los requisitos y plazos establecidos para la baja por incapacidad temporal.

¿Qué hacer si la baja por incapacidad se alarga?

Cuando un trabajador está de baja médica en vacaciones es posible que ya haya sido previsto que otra persona cubra su puesto de trabajo y sus funciones. Pero si la baja se alarga pasado el periodo vacacional, habrá que tomar acciones que garanticen el buen funcionamiento de la empresa.

La solución más habitual y eficaz es que el departamento de Recursos Humanos contrate a otro trabajador con un contrato de interinidad para que realice la labor de la persona que tiene la baja médica.

Esta solución garantiza el rendimiento empresarial, aunque implica un gasto imprevisto para la empresa. Si no se contrata a nadie para cubrir la baja, se puede intentar reasignar labores o repartir trabajo entre otros empleados, si existe margen para ello dentro de la organización.

¿Qué medidas debe tomar Recursos Humanos?

En definitiva, mientras dure la baja médica el departamento de Recursos Humanos es responsable de tomar las medidas necesarias para que otros trabajadores no vean aumentada excesivamente su carga de trabajo y la baja laboral no tenga un impacto significativo en la empresa.

Evidentemente, la empresa seguirá manteniendo el puesto de trabajo para el empleado que se encuentra en baja médica, salvo que la baja se transforme en incapacidad permanente o gran invalidez y no sea posible su reincorporación.

Por otra parte, el departamento de Recursos Humanos tiene que ocuparse del procedimiento de gestión de baja con la mutua, enviar los partes de baja confirmando que los datos de cotización son los correctos, como se haría con cualquier baja ordinaria. Esta documentación debe quedar archivada en la ficha del empleado para posibles consultas posteriores.

En definitiva, cuando se da una situación de baja médica en vacaciones es derecho del trabajador pausarlas para disfrutarlas en otro momento, y es responsabilidad de la empresa gestionar la baja como lo haría con cualquier otra baja ordinaria.