Se cumplen dos años desde que la crisis económica empezara a hacer mella en nuestra economía y, por ende, también en nuestro mercado laboral. El aumento incesante de la tasa de paro ha provocado cambios importantes en el perfil del demandante de empleo.

En tan sólo 24 meses, las oficinas de Adecco y su página web han constatado un aumento de más del 100% en las peticiones de empleo, o lo que es lo mismo, en los dos últimos años se ha duplicado la demanda de trabajo, llegando a situarse en el 150% o, incluso, el 200% en regiones como Andalucía, Cataluña o Baleares.

La irrupción en el mercado laboral de amas de casa o de trabajadores mayores de 55 años, ha provocado una competencia por las ofertas de trabajo con jóvenes e inmigrantes, tradicionales destinatarios de las mismas. Además, se ha producido una importante migración del sector de la construcción al de la hostelería y, por añadidura, al resto de sectores.

Amas de casa

Ya son cerca de 1.220.000 los hogares donde todos sus miembros se encuentran en paro. Esto ha originado un incremento de más del 150% del número de amas de casa que han decidido incorporarse al mercado laboral para obtener unos ingresos extra con los que poder hacer frente a su situación familiar. Se calcula que alrededor de 480.000 buscan un empleo en la actualidad.

El perfil de estas trabajadoras sería el de una mujer con una edad comprendida entre los 40 y los 54 años, con hijos y con estudios primarios en su mayoría. En estos momentos, el ama de casa es contratada, sobre todo, para puestos de acompañamiento escolar, telemarketing, degustación y promoción de productos en grandes superficies, recepcionistas, secretarias o manipulación de alimentos.

Mayores de 55 años

La pérdida de puestos de trabajo ha afectado directamente al colectivo de trabajadores mayores de 55 años, que en el último trimestre de 2009 sumaban 330.000 parados, de los cuales, 142.000 llevan dos o más años sin empleo. Su situación es especialmente compleja ya que en muchos casos se trata de trabajadores que han desempeñado toda su vida profesional en un mismo puesto de trabajo, generalmente muy especializado, y su “reciclaje profesional” resulta más complicado.

Se trata de un colectivo de trabajadores con bastante paridad y con diversa procedencia. Por un lado, entre aquéllos que cuentan con baja cualificación, abundarían mujeres que han desempeñado labores de limpieza o de manipulación de alimentos, y en el caso de los hombres, predominan aquéllos cuya trayectoria profesional se ha centrado en el sector logístico (mozo de almacén) o construcción.

Entre los que cuentan con cualificación predominarían los comerciales (provenientes del sector de la automoción o del inmobiliario) o dependientas, que se ven obligados a reciclarse hacia puestos de atención telefónica (telemarketing). Destaca también un importante volumen de perfiles administrativos, en su mayoría mujeres, que desempeñaban puestos de gestión o de secretarias.

Jóvenes

Tradicionalmente, los jóvenes son el colectivo que más trabajo temporal demanda por su flexibilidad a la hora de trabajar. Con una tasa de paro del 43,8% en 2009, el número de ellos que busca un empleo se ha multiplicado también exponencialmente. Sin embargo, la dificultad para este colectivo radica en que tienen que “competir” con trabajadores con más experiencia y también en situación de desempleo.

Pese a ello, siguen siendo el grupo de trabajadores que menos dificultades encuentra a la hora de conseguir un empleo, ya que también son los más flexibles para desempeñar una u otra función. Los puestos a los que suelen optar son los de administrativos, mozos y peones, encuestadores, grabadores de datos o dependientes.

Inmigrantes

La tasa de desempleo de los inmigrantes en España roza casi el 30%. Los trabajadores foráneos han sido uno de los grupos más afectados por la crisis económica ya que muchos de ellos pertenecían al sector de la construcción .

Adecco cifra el incremento de la demanda de empleo por parte de este colectivo en torno al 60% con respecto a hace unos años, siendo su perfil el de un hombre de entre 25 y 54 años, con formación básica.

Son el colectivo de trabajadores más flexible (más incluso que los jóvenes) sin muchas restricciones a la hora de buscar un trabajo, ni siquiera de tipo geográfico. Suelen desempeñar puestos dentro del sector servicios como camareros, mozos de carga y descarga, carretilleros…