El modelo Malcom Baldrige se creó en los ochenta para competir con la excelencia de las medidas adoptadas por empresas japonesas. Es una herramienta de evaluación de resultados y procesos para orientar la estrategia corporativa hacia la calidad. Contiene 7 secciones que analizan desde el liderazgo hasta el enfoque de recursos humanos. Los indicadores son clave para diseñar la propuesta de éxito. Deben generar datos que muestren tendencias favorables a largo plazo.
En qué consiste el modelo Malcolm Baldrige de excelencia
El nombre de esta herramienta para mejorar la calidad en una empresa, tiene su origen en el exsecretario de comercio norteamericano Malcolm Baldrige. A finales de los 80, Estados Unidos idea esta fórmula siguiendo la estela de las mejoras en la productividad de Japón. La ley que lo promulgó se basa en un estudio de las características de la gestión de las empresas más exitosas.
El Modelo Baldrige es una herramienta para la evaluación, mejora y planificación hacía la gestión de la excelencia. Contiene 7 secciones o capítulos. El foco está puesto en los resultados que hacen a la organización más competitiva. Las preguntas de cada sección orientan hacia dónde debe caminar estratégicamente la planificación. Este modelo atiende fundamentalmente al cliente y su satisfacción. En definitiva, es un modelo que permite la autoevaluación de la gestión empresarial. El objetivo final es crear un tejido organizacional de calidad en todo el país.
La actual transformación digital acelerada por la pandemia permite agilizar estos procesos gracias al Big Data y al análisis de este ingente volumen de información. Ya no es imprescindible, aunque siempre es recomendable, contar con olfato o intuición para los negocios. Y también es aconsejable no quedarse en la recogida de esos datos sino establecer metas y generar equipos de trabajo para la consecución de los objetivos.
Indicadores de calidad
El modelo Malcolm Baldrige se utiliza para la reconversión de manera estratégica de las organizaciones. Han diseñado premios para las empresas que alcancen altos estándares de calidad y excelencia. Para ello, es necesario evaluar los indicadores propuestos y aplicar la metodología señalada en esos 7 apartados:
- Liderazgo.
- Planificación estratégica.
- Enfoque en clientes y mercado.
- Información y análisis.
- Enfoque en recursos humanos.
- Gestión de procesos.
- Resultados de negocio.
Estos indicadores deben permitir la generación de datos que muestren tendencias a largo plazo favorables y las comparaciones pertinentes. Gracias a este modelo puedes analizar las áreas de mejora, las fortalezas y la puntuación de resultados que te muestren hacia dónde dirigir los siguientes pasos. El tiempo es limitado y los recursos humanos también, así que acertar con dónde poner la energía puede marcar la diferencia en el sector. Algunos ejemplos de indicadores son:
- Productos y procesos: mide los resultados de los costes de producción, por ejemplo.
- Orientación hacia los clientes: mide, por ejemplo, la satisfacción y la fidelización.
- Orientación hacia el personal: evalúa el nivel de participación y compromiso, por ejemplo.
- Gobierno corporativo: analiza la reputación y la percepción favorable de los liderazgos.
- Financiero y de mercado: mide el ROI (Retorno sobre lo invertido), por ejemplo.