La pasada semana se celebró en Sevilla la jornada Claves para el Desarrollo Empresarial basado en las Personas. En ella se habló de la importancia del talento o las dotes de liderazgo de la clase directiva de la empresa. Pero también de la importancia de contar con trabajadores comprometidos y motivados. Se habló de fomentar la salud laboral o la formación de los empleados. Y algo que nos ha llamado especialmente la atención, distintas fórmulas de retribución cada vez más extendidas como el pago en especie o los vales de productos y servicios. Es lo que se conoce como retribución flexible.

Hasta ahora siempre se ha pensado que la retribución flexible sólo puede aplicarse en las grandes empresas. Nada más lejos de la realidad. El salario flexible también es cosa de pymes. Sin embargo, sólo el 60% de las empresas de más de 100 trabajadores y apenas el 28% de las empresas más pequeñas ha incorporado la retribución flexible en sus políticas de mejora salarial.

La retribución flexible significa el pago de una parte del salario en especie o servicios. La condición fundamental es que se trate de productos o servicios de primera necesidad, que suelen utilizar todos los trabajadores en su día a día. La retribución flexible puede descontarse del salario bruto de los trabajadores. O bien puede usarse como incentivo a la hora de motivar al personal de una empresa.

Los planes de retribución flexibe permiten al empleado elegir qué parte de su salario quiere cobrar en metálico y qué parte en productos o servicios. El único requisito legal es que este pago en especie no suponga más del 30% del salario de los empleados.

Y lo realmente interesante es aplicarla a productos con un tratamiento fiscal ventajoso que no tributen IRPF o incluso que permitan desgravarlo. Con este sistema los empleados reducen la fiscalidad de forma que pueden cobrar más salario neto sin modificar su salario bruto. Dicho de otra forma, el trabajador reduce la base imponible y se le aplica por tanto un tipo impositivo más bajo; cada mes se le retiene menos y a final del año pagará menos IRPF. Algo, desde luego, muy a tener en cuenta especialmente en los últimos años, cuando muchas empresas han tenido que congelar los salarios de los trabajadores que además se tienen que enfrentar a una mayor carga fiscal.

Quizás lo más conocido sean los tickets restaurante o los tickets de guardería pero los vales de servicios prepago para empresas cada vez están más extendidos. Es una forma como otra cualquiera de cobrar un salario con la única diferencia que parte de este pago, en estos casos, se asigna a un uso específico: restaurantes, guarderías, supermercados o incluso tiendas de informática; también pueden usarse como ayudas al transporte, alquiler de viviendas o gastos de formación; o bien para seguros de salud, de accidentes, de vida ó planes de pensiones.

Existe, además, la posibilidad de cambiar los productos según las necesidades que vaya teniendo a lo largo del tiempo.

E independientemente de que existan empresas especializadas en retribución flexible con una amplia cartera de empresas que se acogen a estos planes, cualquier empresa puede llegar a intercambios comerciales con determinados clientes para apoyarse de esta forma mutuamente.

Por último conviene destacara que los planes de retribución flexible permiten aprovechar las economías de escala ya que las empresas negocian como mayoristas para adquirir a precios más bajos los productos que luego ofrecen a los empleados.

Imagen: Euro (Flickr – CC)