Cada día disponemos de 24 horas: 1.440 minutos u 86.400 segundos para estrujar al máximo o para tirar por la borda. Nuestra salud y nuestra  felicidad dependen de ello, pero también la viabilidad de la empresa en la que trabajamos, el futuro de nuestros hijos o el equilibrio de nuestras familias y amigos.

«Esos 86.400 segundos son iguales para Amancio Ortega y para una persona que, desgraciadamente, duerme al raso», señala Ignacio Buqueras, presidente de la Asociación para la Racionalización de losHorarios Españoles, ARHOE. «Desde la escuela nos tendrían que enseñar a gestionar el tiempo y a darle más valor del que le damos. En España vivimos en la tercermundista cultura del ‘presentismo’ y hay que acabar con ella e ir a una cultura de la eficiencia y la búsqueda de la excelencia».

Buqueras habla rápido porque pronto tiene que abandonar el desayuno de trabajo Infoempleo.com-Randstad. Ha quedado con la prensa para presentar un estudio en el que, desde la asociación que preside, se han analizado las posturas en materia de conciliación de los partidos políticos que se han presentado a las elecciones. «En general han mejorado su ‘receptividad’ respecto a los últimos comicios, ‘pero no de manera suficiente’». Así, tras examinar más de 45 programas de formaciones políticas, los expertos concluyen que «se observa un déficit en medidas concretas que afecten a la vida real y cotidiana de los ciudadanos y ciudadanas de este país», según ha denunciado el presidente de la Comisión, que no ha dudado en suspender en su materia a todos los partidos analizados.

Para Francisco Muñoz, director de Infoempleo.com, «cuidar el talento es cada día más importante. La flexibilidad y la conciliación son dos elementos críticos, pero también lo son la eficiencia y la búsqueda de la excelencia».

No están reñidos estos conceptos, «pero la palabra ‘presentismo’ lleva implícita una connotación de baja productividad» para María Alejandra Martínez, directora de Organización y Recursos Humanos de IFEMA. «Estamos ante un tema cultural en el que ha habido grandes y recientes cambios gracias, sobre todo, a la internacionalización de las empresas», explica el responsable de recursos humanos de NH, Íñigo Capell. «Hoy existen nuevas alternativas porque tenemos muchas herramientas que miden la productividad al milímetro».

Lo que todos los expertos tienen claro es que algo está cambiando en los nuevos trabajadores. María Victoria García Gómez de Agüero está al frente del Centro de Orientación e Información para el Empleo (COIE) de la Universidad Camilo José Cela. Por sus instalaciones pasan cientos de jóvenes dispuestos a tomar contacto con el mercado laboral. «Muchos, cuando les buscamos prácticas, lo primero que preguntan es ‘¿a qué hora voy a salir’?». Está de acuerdo Javier Palop, subdirector general de Medios del Grupo SM. «Es gente sabia que temira y te dice: ‘No quiero ganar tanto como tú. Quiero vivir’. Estamos ante un cambio claro de época: ellos no ven el mundo como nosotros».

Pasión y equilibrio

Para Carlos Carpizo, director de Recursos Humanos de Randstad, la clave reside en «la pasión por nuestro trabajo, pero a los jóvenes hoy les cuesta mucho encontrar su empleo ideal». «En 2007 había un déficit de talento y se competía con dinero. Hoy, las empresas que apuesten por unos horarios racionales, flexibles, van a tener una importante ventaja competitiva», afirma, por su parte, Íñigo Capell.

Según Carlos Carpizo, «lo más importante es liderar con el ejemplo. Nosotros somos holandeses y nuestros compañeros de allí se extrañan de nuestros horarios, pero es que aquí la legislación tampoco ayuda. Ellos trabajan de forma parcial martes, miércoles y jueves, en una fórmula aquí impensable».

«Es esencial cambiar la cultura de las organizaciones», explica Lourdes Ramos, directora de Recursos Humanos de Garrigues. La suya es una de tantas firmas con horarios de sol a sol: «Debemos adaptanos a las necesidades de nuestros clientes, pero el ‘presentismo’ no tiene nada que ver con la jornada sino con la cultura de la compañía», puntualiza.

Así las cosas, ¿hay recetas mágicas para unir voluntades y poner de acuerdo a empresas y trabajadores? «Hay que apelar a la profesionalidad de cada uno», explica Lourdes Ramos. «La experiencia nos demuestra que se es más feliz cuanto más se aporta a la compañía en la que se trabaja», afirma Enrique García Portal, director  comercial de Infoempleo.com. «Me ha gustado mucho una frase de Ignacio Buqueras: ‘La mujer ha salido de casa, pero el hombre no ha entrado en ella’», añade la directora del COIE de la Universidad Camilo José Cela.

Sabe de lo que habla esta mujer cuyo centro acaba de lanzar el primer máster en conciliación, tema central de su tesis. «Debemos avanzar en esta materia, pero sin abusar» . Como casi siempre, la clave está en el equilibrio. «Pero este equilibrio no se logra con porcentajes» para la responsable de Recursos Humanos de Garrigues. «No es una moda ni una tendencia. Es una necesidad que hay que abordar desde la raíz para logar que la gente se sienta más motivada y mejor», añade Javier Palop.

«Conciliar sí, pero… Lo que no se debe olvidar nunca es que la empresa debe ser productiva», añade María Alejandra Martínez».

Como despedida resuena el horario «racional» que desde la ARHOE proponen: entrada de 7,30 a 9,30; salida, de 15,30 a 18,30, con 45-60 minutos para comer. ¿Y el café? «Ni un minuto porque está demostrado que nunca son diez minutos o veinte, sino el doble».