Transparente, completa y capaz de llegar a todo el organigrama. La comunicación interna en tiempos de crisis debe cumplir como mínimo estas tres premisas, según los directores de Recursos Humanos que participaron en el desayuno de trabajo organizado por Infoempleo.com y Randstad. En momentos de incertidumbre todo el mundo quiere estar bien informado, pero, de los responsables de la comunicación interna —que para Andrés Vega, de DinoSol, tienen que estar en el departamento de RR.HH.—, depende que esa información sea directa, clara y, sobre todo, que evite cualquier tipo de rumor.
Las fórmulas para alcanzar un tipo de comunicación eficaz son muy diversas y, una vez más, van de la mano de la creatividad y el ingenio. En Eroski, que, como cooperativa que es, considera la comunicación «imprescindible», todas las secciones comienzan la mañana con una reunión. Algo similar hacen en Fnac, explicó Begoña Landazuri, donde han puesto en marcha desayunos de trabajo para «escuchar a nuestra gente».
Por su parte, Diego Charola insistió en que comunicar es importante pero la información «debe ser de lo bueno y lo malo». ¿No es algo arriesgado? «Sí, pero no hay que engañar a nadie y hay que hacer partícipe a todo el mundo». «Sólo si la compañía está involucrada —apostilló Andrés Vega—, surgirá la motivación». De similar opinión es Gonzalo Antoñanzas, aunque añadió que además de transmitir las verdades, hay que buscar las cosas que se hacen bien y resaltarlas. El director de Recursos Humanos de Ikea subrayó el valor de la comunicación personal, directa: «Para comunicar la verdad no hay que recurrir a intranet ni a revistas, sólo sirven las personas».
En concreto, el mando intermedio —»figura olvidada e, incluso, maltratada», se lamentaba Pedro Serrano— es el elemento clave para que esta teoría pueda llevarse a la práctica. «Su función, de bisagra, une los dos mundos y por eso debe jugar un rol importante», explicó Vega. En manos de este profesional también se encuentra la llave para retener a los mejores. «Si un empleado tiene las necesidades básicas cubiertas (retribución, formación…), y además tiene un buen jefe y buen ambiente de trabajo, no se irá cuando amaine el temporal», señaló Antoñanzas, y Pedro Serrano lo corroboró: «El trabajador busca a alguien que predique con el ejemplo. Estará a gusto si lo está con su jefe».