El sector tecnológico en España vive un momento muy interesante. Los datos del informe Talent Trends 2025 Tecnología, elaborado por la consultora Michael Page, muestran que los profesionales de IT en España son uno de los colectivos más satisfechos con su empleo, pero también son los más dispuestos a cambiar de trabajo si surge una buena oportunidad. ¿Por qué esta paradoja? ¿Qué factores les impulsan a quedarse o marcharse de una empresa?
Alta satisfacción, baja fidelidad
El informe Talent Trends 2025 Tecnología deja claro que los profesionales IT tienen hoy más poder de decisión que nunca. Están satisfechos, pero también son exigentes: buscan crecimiento, propósito y flexibilidad. Para las empresas, esto supone una oportunidad y un desafío.
Según el estudio, el 51% de los profesionales tecnológicos en España se siente satisfecho con su empleo actual, un dato que sitúa a estos empleados entre los más felices en el mercado laboral. Sin embargo, el 93% dice estar abierto a recibir ofertas o explorar nuevas posiciones. Es decir, están contentos, pero no necesariamente comprometidos a largo plazo con su empresa.
Este fenómeno puede explicarse por la gran demanda de talento en el sector. Las compañías tecnológicas compiten por perfiles muy especializados, lo que aumenta la confianza de los profesionales para moverse de una organización a otra en busca de mejores condiciones.
El desarrollo profesional como factor decisivo
Uno de los hallazgos más relevantes del informe es que el 44% de los profesionales IT cambiaría de empresa si no encuentra oportunidades de crecimiento o promoción interna. Esto convierte al desarrollo profesional en una prioridad estratégica para la retención de talento en las compañías.
En base a los resultados de este informe, ya no basta con ofrecer un buen salario. Los empleados tecnológicos buscan planes de carrera claros, formación continua y proyectos que les permitan evolucionar profesionalmente.
Además, un 23% de los encuestados no está conforme con su modelo de trabajo presencial o remoto, lo que evidencia que la flexibilidad sigue siendo un punto de tensión entre empresas y empleados.
Nuevas competencias para un entorno en transformación
El informe también destaca el impacto que está teniendo la inteligencia artificial y la automatización en los perfiles tecnológicos. Muchas tareas se están transformando y, por ello, las empresas buscan competencias humanas que las máquinas no pueden replicar: pensamiento crítico, creatividad y adaptabilidad.
Para Recursos Humanos, esto implica diseñar estrategias de formación que no solo se centren en las habilidades técnicas, sino también en el desarrollo de soft skills que aseguren la empleabilidad de los profesionales en el futuro.
Más allá del salario: el propósito y la cultura de empresa
Otro de los puntos clave del estudio es que los profesionales IT valoran cada vez más el propósito del trabajo y la cultura de la organización. Ya no se trata solo de cuánto se gana, sino de por qué y para qué se trabaja.
La ética corporativa, el impacto de los proyectos en la sociedad y el estilo de liderazgo son elementos que pueden motivar o, por el contrario, generar rotación si no hay alineación. Por lo tanto, las compañías que quieran conservar este talento deben invertir en comunicar su propósito y en construir culturas organizativas auténticas y coherentes.
Flexibilidad y bienestar como prioridad
El equilibrio entre vida personal y profesional sigue siendo una de las mayores exigencias del talento tecnológico. Los modelos híbridos o en remoto son la opción favorita de la mayoría, siempre que se acompañen de políticas de desconexión digital y programas de bienestar que cuiden la salud mental de los equipos.
Es decir, no se trata solo de ofrecer teletrabajo, sino de promover una verdadera cultura de confianza, con horarios flexibles y un enfoque en objetivos más que en presencia física.
¿Qué se puede hacer desde RRHH?
A la luz de las conclusiones plasmadas en el informe, los departamentos de Recursos Humanos tienen varios retos por delante si quieren mantener el talento tech en sus plantillas. Estas son las cinco las claves que pueden marcar la diferencia:
- Rediseñar la propuesta de valor al empleado, yendo más allá del salario.
- Crear planes de desarrollo profesional claros, con oportunidades de promoción interna y aprendizaje continuo.
- Apostar por la flexibilidad real, ajustando los modelos de trabajo a las necesidades de los equipos.
- Fortalecer la cultura de empresa y comunicar el propósito organizacional de forma transparente.
- Invertir en bienestar y políticas de conciliación que reduzcan el riesgo de rotación.
“El talento IT valora proyectos con sentido, opciones de aprendizaje continuo y una cultura de liderazgo cercana”, señala Iñigo Fernández, Senior Executive Director de Michael Page Technology. “Las compañías deben entender que la propuesta de valor al empleado tiene que ir más allá del salario si quieren atraer y fidelizar a estos perfiles tan demandados”.