Los años de trabajo, el tiempo de servicio de un trabajador en una empresa, es un elemento sumamente importante. De hecho, algunos convenios colectivos premian esta permanencia en la empresa con un plus de antigüedad, que supone un incremento en el salario del trabajador. También es importante ante una eventual marcha de la empresa. En este artículo, aprenderemos a cómo calcular la antigüedad laboral desde RRHH, y qué importancia tiene la longevidad en el trabajo.

Guía básica para calcular la antigüedad laboral en una empresa

La antigüedad o historia laboral hace referencia al tiempo que lleva trabajando un empleado en la empresa. La fecha de inicio desde la que se comienza a calcular dicho período, se corresponde con el día en el que el trabajador firmó el primer contrato con la compañía. Y esto es independiente de la modalidad de dicha contratación. Por tanto, la primera consideración a tener en cuenta es que, salvo los contratos de prácticas curriculares, todos los contratos realizados computan para el cálculo de la antigüedad.

En segundo lugar, habría que tener en cuenta también los contratos a través de agencias de trabajo temporal. Si, finalmente, la empresa contrata de forma directa al trabajador, computarán a efectos de antigüedad los contratos que hubiera mantenido con anterioridad con dicha agencia.

Es importante también tener en cuenta las situaciones concretas de cambio de propiedad empresarial, de traslado de centro de trabajo o de una empresa a otra dentro del mismo grupo. En esos casos, seguiría manteniéndose la antigüedad del trabajador.

Por último, tampoco las bajas por incapacidad temporal, maternidad o paternidad o por cualquier otra circunstancia restan antigüedad en la empresa.

Por otro lado, y como norma general, la antigüedad se suele perder cuando finaliza una relación laboral, ya sea tras una finalización de contrato o por un despido.

También puede ocurrir en los casos de contrataciones temporales que distan bastante entre sí. Aunque la Reforma Laboral ha modificado estos contratos, sobre esto existe bastante jurisprudencia. Algunas sentencias consideran que lapsos de tiempo de 3 o 4 meses entre cada contrato deben seguir siendo considerados como unidad de la relación laboral.

Ventajas y beneficios de la antigüedad en la empresa

Como decíamos, una larga duración en el empleo, produce beneficios y ventajas para el trabajador. Algunas de las más importantes son las siguientes:

  • En situaciones de despido: ya que la trayectoria profesional en la empresa garantiza una mayor o menor indemnización cuando finaliza la relación laboral.
  • Trienios, cuatrienios y otros pluses: establecidos en los Convenios Colectivos, estos complementos gratifican la fidelidad de un empleado y premian la experiencia laboral.
  • Formación adicional: al llevar al menos un año en la empresa, el trabajador tiene derecho a ciertos permisos retribuidos para realizar formación que le ayude a mejorar sus cualificaciones y a un mejor desempeño de sus funciones.
  • Promoción interna: la antigüedad es también un elemento definitivo a la hora de promover a un trabajador hacia un puesto superior, ya que la empresa busca asegurar una serie de cualidades y un nivel de responsabilidad determinado, que se le presuponen a estos trabajadores.