Los procesos de selección en las empresas están sujetos a condiciones únicas que dependen en gran medida de los objetivos de la organización. Decidirse por una u otra política de selección, así como utilizar uno u otro método de reclutamiento dependerá tanto de las necesidades propias del puesto como de la cultura organizacional de la empresa. En este sentido, el reclutamiento interno es una estrategia de gran utilidad en lo que refiere a la retención del talento y posibilidades de desarrollo de carrera. No obstante, aunque su implementación resulta positiva en estos aspectos, puede que no siempre sea la mejor opción.

Hoy te contamos en qué casos es conveniente aplicarlo y cuáles son sus ventajas. ¡No pierdas detalle!

¿En qué consiste el reclutamiento interno?

Los procesos de reclutamiento se llevan a cabo por una necesidad de personal concreta en las plantillas. Bien sea por ampliación de los equipos, por la creación de nuevos departamentos o para realizar sustituciones, el reclutamiento responde a todas estas necesidades y permite concretar el perfil más conveniente en cada caso.

El reclutamiento interno, por tanto, se refiere a los procesos de selección que se dan dentro del personal existente en la empresa. Una medida que posibilita ampliar las oportunidades de ascenso y la movilidad interna en las plantillas con respecto al método de selección externo, que recluta a profesionales fuera de la organización.

La elección de una de estas dos modalidades dependerá en gran medida de las políticas adoptadas en los procesos de selección internos. Así como de la estrategia de la que vaya acompañada el propio proceso de reclutamiento y que puede materializarse en distintos aspectos. Como la necesidad de una planificación sucesoria, la implementación de modelos de trabajo adoptados por la competencia o la limitación del presupuesto en formación.

Reclutadora llevando a cabo el reclutamiento interno

Pros y contras de este método de reclutamiento

Para poder establecer una política de reclutamiento interno adecuada, es conveniente conocer las ventajas e inconvenientes que ofrece este método de selección.

Pros del reclutamiento interno

Uno de los aspectos que más contribuyen a decantarse por este sistema es la experiencia en el know how de la empresa con la que ya cuentan los aspirantes internos. El funcionamiento de la organización, la adecuación a la cultura empresarial y la sinergia con los equipos son factores que ya pueden observarse en un perfil particular.

El reclutamiento interno es, además, una herramienta de motivación y fidelización que no debe ignorarse. La plantilla podrá optar a ascensos adecuados, lo que conseguirá reducir la fuga de talentos y las tasas de rotación.

Asimismo, los gastos asociados al proceso serán menores, puesto que se podrá contar con las herramientas de comunicación de la compañía, como la propia intranet.

Contras del reclutamiento interno

Aunque el reclutamiento interno es muy útil en los aspectos mencionados, también se ha de tener en cuenta que si un empleado ocupa un nuevo puesto, su puesto anterior queda vacante. Esto conlleva que el propio proceso se lleve a cabo mediante una técnica para reclutar mixta. Es decir, que se use el reclutamiento interno para el nuevo puesto y el externo para el perfil vacante que ha dejado el profesional.

También se debe tener en cuenta que, aunque la adecuación a la empresa es un proceso que no tiene por qué experimentarse en el reclutamiento interno, puede que la formación de la persona elegida no sea exactamente la que se buscaba. Lo que supone un gasto monetario y temporal extra.

Asimismo, la desmotivación de los empleados no elegidos es un factor muy importante a tener en cuenta. Ya que, de no manejarlo adecuadamente, puede llevar a que el resto de candidatos no elegidos se vean infravalorados. Un problema que trastocaría el clima laboral y que es conveniente valorar de decantarse por el reclutamiento interno.