Tras un período de entusiasmo y grandes expectativas, la Inteligencia Artificial parece haber entrado en el llamado abismo de desilusión. Ha sido especialmente ChatGPT quien ha convertido a 2023 en el año en que la IA no solo se había infiltrado en prácticamente cualquier aspecto de nuestras vidas, sino que parecía que las iba a cambiar por completo en el futuro.
Inteligencia Artificial: del entusiasmo a la decepción en solo un año
Desarrollado por la empresa OpenAI, ChatGPT no era en realidad ninguna novedad, ya que los estudios sobre IA llevan décadas desarrollándose. Sin embargo, su enorme capacidad para procesar información y generar contenido no tenían precedentes.
El famoso chatbot puede ser usado para redactar artículos, elaborar recetas de cocina, traducir o corregir textos, crear código de programación, selección de personal… la lista es interminable. Otras aplicaciones de IA como Midjourney o DALL-E permiten incluso crear imágenes a partir de una descripción. En campos como la Educación, la Medicina o la Abogacía se esperaba un enorme impacto.
En el campo empresarial se abría la posibilidad real de abaratar costos gracias a la capacidad y rapidez con la que la IA podía trabajar. El resultado obvio fue que muchas empresas comenzaron a prescindir de empleos, especialmente los de baja cualificación. El temor a que continuaran los despidos en muchos sectores se convirtió en algo real.
Sin embargo, con 2024 parece haber llegado el momento en que tanto las personas como las organizaciones están decepcionadas con ChatGPT y sus múltiples competidores. La razón es que cada vez estaba más claro que era peligroso confiar demasiado en las respuestas que se obtenían.
Los chatbots son aplicaciones programadas para dar una respuesta, y se comportan como esas personas que nunca admiten su ignorancia sobre cuestión alguna. Y debemos tener en cuenta que han sido entrenados a partir de conjuntos masivos de datos, entre los que se encuentra tanto información veraz como directamente falsa.
Una vez fue filtrándose este hecho en la conciencia colectiva surgió la inevitable decepción: “ChatGPT no es de fiar”. ¿Quizá era solo una moda pasajera?
El abismo de desilusión y Ciclo de sobreexpectación de Gartner
En realidad, se trata de un proceso histórico que se repite en el tiempo y que no es nuevo. Quizá recuerdes que hace dos décadas se anunciaba el fin del libro impreso en un par de años ante la llegada del e-book. Se trata del llamado Ciclo de sobreexpectación de Gartner, también llamado Hype Cycle de Gartner.
Esta teoría fue formulada por la empresa Gartner y se viene usando desde mediados de los años 90. Se puede resumir diciendo que las personas tendemos a entusiasmarnos en exceso con las nuevas tecnologías a corto plazo y a subestimarlas a largo plazo.
Según Gartner, este proceso se compone de cinco fases:
- Lanzamiento: aparece un nuevo avance tecnológico que genera una enorme expectación.
- Pico de expectativas sobredimensionadas: la publicidad generada por los primeros éxitos de la nueva tecnología impulsa a muchas empresas a adoptarla de forma acrítica.
- Abismo de desilusión: surge a medida que se suceden los fracasos provocados por las expectativas poco realistas. La IA se encuentra ahora mismo en esta fase.
- Rampa de consolidación: poco a poco, se pule la tecnología y van apareciendo ejemplos de éxito.
- Meseta de productividad: la nueva tecnología es aceptada y se consolida.
La IA Beyond the Hype
Debemos tener claro que la IA, en todas sus manifestaciones, no es una moda pasajera y no va a salir de nuestras vidas. El Ciclo de sobreexpectación de Gartner nos coloca en perspectiva para poder calibrar cual es su alcance real.
Lo más realista es asumir que aplicaciones como ChatGPT van a seguir transformando la industria, que muchos puestos de trabajo tendrán que adaptarse y otros desaparecerán. Pero, al igual que sucedió en otras revoluciones tecnológicas, surgirán otros nuevos puestos para los que convendrá formarse.