Cuando el rendimiento laboral es demasiado bajo, la empresa va perdiendo posiciones en el mercado laboral. Para identificar las causas por las que esto sucede evalúa la motivación, el reparto de tareas para evitar el estrés laboral, el burnout y el agotamiento mental. Si la conducta es injustificada, grave y prolongada en el tiempo puedes proceder al despido disciplinario. Aunque deberás demostrar que has hecho lo posible para mejorar la situación.
Identifica las causas del bajo rendimiento laboral
Valorar cuáles son las causas del bajo rendimiento en los empleados varía en función de cada empresa, pues es un indicador vinculado a la productividad laboral. Esta se define como la medida que calcula cuántos bienes y servicios se han producido por cada factor utilizado (trabajador, capital, tiempo, tierra) durante un periodo determinado. En el caso de que la cantidad producida esté por debajo, se considera que es un trabajador con bajo rendimiento laboral.
Los factores de bajo rendimiento son variables y pueden darse de manera aislada o combinada. Los más frecuentes son los siguientes:
- Estrés laboral: a la hora de liderar equipos es fundamental manejar la previsión de las tareas. Toda la plantilla tiene que estar informada de lo que se espera de su puesto y los tiempos de entrega de los proyectos. De lo contrario, la situación puede perjudicar la salud mental de la persona trabajadora, causándole estrés.
- Burnout: si esta situación se mantiene de forma prolongada y la persona trabajadora no encuentra alternativas, llegará al límite del estrés crónico y al burnout. Suele afectar a perfiles con mucha responsabilidad o exigentes.
- Agotamiento mental: puede ser por la sobrecarga laboral o bien por circunstancias personales. Desde la pandemia has observado cómo los contextos familiares pueden llegar a ser determinantes en el trabajo.
- Falta de motivación: las nuevas generaciones, especialmente, necesitan ver que su trabajo es un desafío, donde tienen opciones de crecimiento profesional y que les produzca satisfacción laboral.
Claves para hacer frente al bajo rendimiento
Por una parte, es clave atender a las recomendaciones de la psicología laboral para evitar las situaciones de estrés y desmotivación. Pero una vez que se dan los casos de bajo rendimiento tienes que tomar medidas. Los expertos aconsejan no proceder a un despido por bajo rendimiento laboral en cuanto detectes la situación. Para garantizar la imparcialidad del proceso, es necesario que la empresa demuestre haber dado al empleado oportunidades para mejorar.
No obstante, la disminución continuada y voluntaria en el rendimiento de trabajo normal o pactado es una de las causas de despido en virtud del artículo 54.1, e) del Estatuto de los Trabajadores. Para que se considere un despido justificado tienen que darse las siguientes circunstancias:
- Conducta grave y notoria.
- Que la conducta sea culpable e injustificada, es decir, sin esas circunstancias personales o profesionales que pueden afectar al rendimiento.
- Que se produzca durante un periodo de tiempo suficiente: de manera continuada o a intervalos regulares.
- Elemento comparativo al contrastar con el resto de compañeros.
Ten en cuenta que, en principio, tratándose de un despido disciplinario no comporta el pago de una indemnización. Pero en caso de que sea declarado despido improcedente, le corresponderá una indemnización de 33 días por año de servicio con límite de 720 días de salario bruto.