En un mercado tan global y vertiginoso, las empresas deben convertirse en facilitadoras de muchos y novedosos productos o servicios para mantener así su nivel competitivo. Sobre esta realidad se asienta la Organización Matricial de una empresa. Un modelo de organigrama que viene a superar las divisiones verticales y jerarquizadas que tradicionalmente configuraron la arquitectura de las compañías. Te contamos en qué consiste y qué ventajas tiene en la empresa del S.XXI.
La Organización Matricial para superar las jerarquías tradicionales
En la actualidad, las empresas pugnan constantemente por consolidar o mejorar su posición en el mercado. Las tecnologías lo han cambiado todo y la innovación de productos y servicios obliga a las compañías a la mejora continua en su core business.
De ahí que las estrategias basadas en proyectos, la multidisciplinariedad en la configuración de los equipos, un liderazgo más democrático o una comunicación bidireccional se hayan convertido en elementos claves de su funcionamiento.
Y para poder adaptar la empresa a los retos actuales su diseño organizacional también debe ser distinto. De ahí surge la llamada estructura matricial, un organigrama que se caracteriza por la necesaria existencia de dos o más líderes para un mismo equipo de trabajo. Por un lado, el director del departamento en cuestión. Por el otro, el gerente del proyecto en el que se está trabajando.
Esta organización, que tiene forma de matriz y de ahí viene su nombre, permite mucha más interacción, flexibilidad y comunicación en el día a día entre los diferentes equipos y departamentos de la empresa. La coordinación entre jefes de proyecto y directores de departamento es esencial y aporta soluciones y mucho dinamismo a los obstáculos que se planteen y a los cambios que sea necesario asumir.
Ventajas de este tipo de organigrama
El diagrama matricial une el proyecto con los departamentos apoyándose en la comunicación bidireccional y en el trabajo conjunto de especialistas de diferentes áreas.
Entre las ventajas que ofrece este modelo podemos destacar las siguientes:
- Mayor comunicación interna y externa: es, posiblemente, la piedra angular de este modelo. El contacto equipos-líderes-departamentos es constante, lo que facilita la creatividad y la autonomía, y genera una mayor cohesión y sentido de pertenencia.
- Rentabilidad de recursos: su flexibilidad permite crear equipos a medida, o reorganizarlos constantemente y en función de las necesidades o de las características del proyecto en el que se esté trabajando.
- Formación interna del personal: el flujo de información, tareas y responsabilidades que permite este modelo, facilita y potencia la recualificación de los miembros de los equipos en otras áreas distintas.
Desventajas del organigrama matricial en el día a día
Sin embargo, el organigrama matricial es complejo y, por tanto, también puede provocar dificultades en la operativa del día a día.
Algunas de las desventajas que se han observado son las siguientes:
- Embudos de información: la necesidad de generar más informes o de mantener más reuniones de lo habitual, puede provocar un retraso en el flujo de información relevante que ralentice o entorpezca el avance en el proyecto.
- Liderazgos inmaduros: este modelo requiere líderes de proyecto y directores de departamento con unas características muy concretas. Democráticos, comunicativos, flexibles…En algunas ocasiones, es el propio líder quien dificulta la resolución de los problemas que puntualmente surgen.
- Conflictos de intereses: al existir dos líneas de liderazgo, el proyecto y el departamento, pueden surgir órdenes u objetivos contradictorios, así como conflictos entre las necesidades del proyecto y las responsabilidades de un departamento en cuestión.
Como vemos, las empresas demandan líderes cada vez más modernos, que sepan conjugar multitud de necesidades distintas para hacer avanzar la empresa hacia un objetivo compartido por todos.