A priori, si atendemos a la incuestionable necesidad de obtener la mayor rentabilidad posible, las empresas de outsourcing o de externalización de servicios son una inmejorable opción. Sin embargo, hay que analizar con detenimiento qué pros y contras conlleva implantar esta medida. ¿Adoptar la vía del outsourcing o ampliar la plantilla? Ese es el principal dilema. Te contamos qué elementos se deberían tener en cuenta para decidir con criterio sobre esta cuestión.
Ventajas y desventajas de utilizar un servicio outsourcing
Una gran mayoría de empresas suelen tener externalizada parte de su producción o ciertas tareas de gestión muy concretas. Es habitual recurrir, por ejemplo, a empresas outsourcing para que asuman determinadas funciones de recursos humanos, como la selección de personal o la contratación.
Cuando una empresa utiliza estos recursos externos debe haber analizado con detenimiento las ventajas y desventajas que conlleva, pues se trata de integrar a un tercero en una operativa más o menos compleja. Sin embargo, estos servicios ofrecen muchas ventajas a las empresas.
Algunas de las ventajas más evidentes son las siguientes:
- Reducción de gastos: ya que la empresa puede, incluso, amortizar ciertos puestos que deberían ser destinados a estas tareas.
- Ahorro de tiempo: muchas de estas tareas requieren de una gran cantidad de horas de trabajo. Además, cuanto más ahorro de tiempo mayor es también la reducción de costes.
- Acceso a más recursos y mejores tecnologías: las empresas de outsourcing suelen poner a disposición de sus clientes las posibilidades de los medios técnicos que utilizan.
No obstante, como decíamos, esta colaboración no es nada fácil y puede generar problemas a medio y largo plazo. Algunos de los obstáculos más frecuentes son:
- Dificultades en la comunicación: ya que la coordinación, la transparencia y la confianza son esenciales cuando se trata de subcontratar con terceros.
- Pérdida de control: en relación con lo anterior, la empresa puede llegar a percibir que el proceso ya no está en sus manos, sentir que su resolución está totalmente fuera de su control.
- Falta de calidad en la ejecución: lo que redunda negativamente en la rentabilidad del servicio contratado, así como en la propia producción o en la imagen de la empresa.
¿Y si decidimos ampliar plantilla?
La complejidad, la particularidad de una tarea o la importancia estratégica que esta puede tener en el negocio suele ser motivos que lleven a una empresa a descartar el outsourcing.
En muchos casos, además, la empresa necesitará contratar más personal.
Por tanto, la empresa preferirá asumir costes, pero como contrapartida, podrá controlar el proceso en su totalidad, salvaguardando otros aspectos que nada tienen que ver con lo económico.
La desventaja generalmente será económica, pero en muchas ocasiones, la relación coste-beneficio del servicio es otro de los motivos que decantan la balanza hacia la gestión propia, pues la empresa no ve rentable ni operativa dicha opción.
¿Qué decidimos, outsourcing o ampliar la plantilla?
¿Contratamos más personal o un servicio outsourcing? La decisión no es sencilla, deben valorarse muchos factores. En algunas ocasiones primará lo económico y quizás sea interesante una subcontratación freelancer, por ejemplo.
En otros casos, la imagen de la empresa o el core business estarán por encima de todo, y quizás sea más interesante asumir dichos costes directos.