La llamada renuncia silenciosa o “Quiet Quitting” consiste en trabajar lo justo o, lo que es lo mismo, desempeñar únicamente las tareas y las horas acordadas en el contrato. Se trata de una respuesta social a una serie de condicionantes del mercado laboral en los últimos años.
Este término se aplica a personas que cumplen con sus obligaciones y objetivos de forma satisfactoria, pero hacen lo mínimo para sacar adelante el trabajo. Una falta de motivación que puede llegar a ser perjudicial para la empresa. Por eso, es importante contar con mecanismos para detectar a tiempo si una parte del equipo ha perdido su compromiso. Es vital aprender también a prevenirlo.
¿Qué es la renuncia silenciosa y de qué forma se manifiesta?
Aunque el termino renuncia silenciosa había sido acuñado con anterioridad, se hizo popular en 2022 cuando Zaiad Khan habló de él en un vídeo de TikTok que se hizo rápidamente viral.
Un año después, la consultora Gallup publicó el informe State of the Global Workplace 2023. En él se hacía referencia al fenómeno y se daba una cifra sorprendente: el 59 % de los trabajadores de todo el mundo estaban realizando la renuncia silenciosa. El 79 % en el caso de los trabajadores europeos.
La renuncia silenciosa es un fenómeno estrechamente relacionado con la llamada gran renuncia, solo que en este caso la persona no hace una renuncia voluntaria a su puesto de trabajo. En su lugar, se limita a realizar exclusivamente aquellas tareas que le han sido encomendadas y cumplir su horario.
En definitiva, se puede decir que hace lo preciso para no ser despedido del puesto, pero nada más.
La diferencia fundamental con un trabajador sin vocación laboral auténtica, de perfil presentista clásico, es la evolución en el tiempo. Se trata de personas que han “renunciado”. Es decir, en el pasado tuvieron un nivel de compromiso mucho más alto, y por alguna razón decidieron que estaban dando más de lo que deseaban.
Algunos de los signos evidentes de renuncia silenciosa en un empleado son:
- Reducción de la productividad.
- Falta de proactividad.
- Pérdida del interés por el trabajo y los objetivos.
- Permanece silencioso en las reuniones.
¿Cuáles son las causas de la renuncia silenciosa?
El primer paso para enfrentarse a cualquier problema (aparte de reconocer que existe ese problema) es conocer qué lo ha ocasionado. No se trata de una única causa, sino de un conjunto de factores.
- El agotamiento de los trabajadores y el síndrome del burnout. Los estudios demuestran que crece el estrés entre las personas trabajadoras en los últimos años, hasta niveles que les resultan difíciles de manejar.
- Estilos de liderazgo equivocados, unidos a la sensación de los empleados de no recibir el reconocimiento suficiente.
- Bajos salarios, unidos a la alta inflación.
- Dificultades para la conciliación familiar.
- Cambios en la mentalidad laboral de la generación Millennial y la generación Z, qué buscan un mayor equilibrio entre trabajo y vida privada.
¿Qué se puede hacer desde el departamento de Recursos Humanos?
Quizá prevenir y revertir la renuncia silenciosa pase por hacer cambios profundos en la cultura organizacional. Algunas de las vías de actuación más exitosas son:
- Aumentar y potenciar los canales comunicación con los trabajadores.
- Cambiar el estilo de liderazgo y evitar las maneras tóxicas y autoritarias.
- Respetar el tiempo libre de las personas trabajadoras y evitar emails o llamadas telefónicas en días libres si no es estrictamente necesario.
- Flexibilizar los horarios y la forma de trabajo para posibilitar la conciliación.
- Construir un clima laboral positivo.