Las 3T que definió el sociólogo Richard Florida se refieren al Talento, la Tecnología y la Tolerancia. Rasgos propios de una clase creativa, que es el motor de crecimiento de la economía y la fuente de competitividad de una empresa. Según esta teoría, desde Recursos Humanos debes atraer a los perfiles exploradores, poner la tecnología al servicio de la resiliencia de la compañía y practicar la tolerancia, estando dispuestos a aprender y desaprender.
Definiendo la teoría de las 3T de Richard Florida
En su libro La clase creativa. La transformación de la cultura del trabajo y el ocio en el siglo XXI, Richard Florida señalaba como factores de crecimiento económico las 3T, es decir, Talento, Tecnología y Tolerancia. Desde la revolución industrial, el análisis de la economía de los países cuenta el indicador de la tecnología como uno de sus ejes básicos. El desarrollo tecnológico es visto como una palanca que mejora los procesos, y que con ayuda del software, la IA o la robótica contribuye a mejorar la eficiencia y la productividad.
El talento de la clase creativa, según esta teoría, está en los perfiles con educación superior y sensibilidad artística. La crítica ha comparado a este grupo con los yuppies de los 80. Pero lo que trasciende de la teoría de las 3T es que reconoce el talento de los trabajadores, tanto por sus hard skills como por sus habilidades blandas, promoviendo la contratación de personal menos técnico pero que contribuya a la necesaria innovación.
En este sentido, la tercera T, la tolerancia, hace referencia a la atracción de talento diverso. Su propuesta es que las empresas competitivas apuesten por contratar equipos heterogéneos, destacando la atención a las minorías étnicas o todas las orientaciones sexuales. El objetivo es compensar las desigualdades del grupo. Esto se hará evitando que la promoción de determinados perfiles impacte negativamente en la construcción de una sociedad justa y equitativa.
Ser una empresa competitiva en la era de la información
Del mismo modo que los gobiernos locales tienen que ofrecer ventajas fiscales para atraer a las compañías y perfiles creativos, con talento, las empresas que quieran ser competitivas tienen que contar con un plan de carrera para sus trabajadores y poner la experiencia del empleado en el centro. Según la teoría de las 3T, es clave reclutar talento cualificado que tenga dotes de liderazgo, creatividad e inconformismo. Estos perfiles son exploradores que buscan la excelencia en cada tarea.
De la misma manera, las decisiones sobre las inversiones deben seguir el modelo de ciudad creativa, es decir, lejos de apostar por construcciones con gran impacto económico, el criterio debe ser generar espacios laborales en este caso, digitales o presenciales, que sean integradores, acogedores y ecológicamente sostenibles. La tolerancia respecto a los distintos intereses es fundamental para lograr los objetivos estratégicos de la organización. Es necesario olvidar la intransigencia y estar dispuesto a aprender y desaprender.
Por último, la tecnología debe estar al servicio de la innovación y la creatividad. El mercado laboral crece en competitividad. Y las decisiones ágiles en cuanto a la tecnología que desarrollar serán las que permitan que la empresa sea resiliente. La agilidad de los procesos combinada con el fin del cortoplacismo requiere repensar las prioridades y poner el foco en alcanzar la posición más competitiva del mercado.