Las distintas teorías de la motivación proporcionan ideas muy prácticas para implementarlas en una organización. Entre ellas, la teoría de la motivación de McClelland se basa en la descripción de tres necesidades por las que los trabajadores actúan: necesidad de logro, de poder o de afiliación. Según la necesidad dominante, deberás asignar distintas tareas y categorías a los respectivos perfiles. Observar su comportamiento así como su historial encamina la evaluación.
Principales puntos de la teoría de la motivación según McClelland
La teoría de la motivación de McClelland es conocida como la teoría de las necesidades. Su hipótesis de partida es que todos los trabajadores se rigen por alguna de estas tres “necesidades”: de logro, de poder o de afiliación. Utilizó un método único llamado Prueba de Apercepción Temática para evaluar la necesidad dominante. Según el resultado, será más fácil desde recursos humanos ubicar el perfil en el departamento o categoría adecuado.
En primer lugar, la necesidad de logro sugiere la idea de que los trabajadores quieren realizar tareas que le supongan un reto. Por tanto, son perfiles que buscan la creatividad e innovación y huyen de la repetición. Estos empleados deben sentir que progresan y que la empresa les ofrece un plan de carrera. Buscan el reconocimiento de los compañeros y de sus responsables. Serán trabajadores motivados cuando lideren proyectos en los que satisfagan esta necesidad de realización personal.
En segundo lugar, la necesidad de poder predomina en aquellas personas que les gustan los cargos de responsabilidad. Son trabajadores que funcionan bien en equipo siempre que puedan influir y tener control sobre los otros subordinados. Ellos van a preferir la competencia antes que la cooperación. Sin embargo, es necesario complementar su talento con habilidades sociales y de comunicación para saber transmitir las tareas que espera que completen el resto.
Por último, la necesidad de afiliación es la traducción del deseo de pertenencia. Son trabajadores que se quieren llevar bien con sus compañeros, sentirse integrados y aceptados. Pasan mucho tiempo en el trabajo y prefieren evitar los enfrentamientos. Ellos se esfuerzan por mantener a largo plazo la relación de confianza.
Aplicar esta teoría de la motivación en la dirección de personas
Dirigir un equipo diverso es un desafío. Ya sabes que un grupo de personas motivadas y comprometidas con la cultura corporativa, aumenta el rendimiento y la productividad de la empresa. Ahora también has recordado una de las teorías de la motivación, la de las necesidades de McClelland asociada a la pirámide de Maslow. ¿Cómo ponerla en práctica?
Para examinar a la plantilla y evaluar cuál es la necesidad dominante de cada perfil, puede ayudar conocer los rasgos de la personalidad y las acciones pasadas. Por ejemplo, en un trabajador que siempre habla el primero en las reuniones, siempre lidera los proyectos, anima a los compañeros o delega responsabilidades para facilitar el logro de los objetivos del grupo predomina la necesidad de poder.
En paralelo, es aconsejable establecer los objetivos requeridos para cada trabajador, supervisar el progreso y ofrecer retroalimentación, así como recomendar un plan de upskilling y reskilling.