El Objetivo para el Desarrollo Sostenible (ODS) número 8 dentro de la agenda 2030 apunta a crear y/o mantener una tasa de empleo decente. Para ello, es necesario revisar la noción de retribución y convertirla en sostenible e inclusiva. Con esta estrategia atraerás y retendrás el talento, contribuyendo al aumento de la productividad. Esta práctica es coherente con una etapa de conciencia social, donde las empresas no miran solo su crecimiento, sino también el impacto medioambiental y social de sus políticas.
Aplica la retribución sostenible
Es ya una práctica habitual en muchas empresas incorporar en los sistemas de retribución variable objetivos, métricas o indicadores relacionados con el medio ambiente, la sostenibilidad y el cambio climático. Además, debes alinear esta retribución con la creación de valor a largo plazo, para orientar a toda la plantilla en la consecución de los mismos objetivos.
Uno de los rasgos de la retribución sostenible es que garantice el bienestar financiero de la plantilla. En todos los niveles de la compañía. Con indicadores objetivos que midan las retribuciones variables en función del puesto, la responsabilidad o el impacto de los resultados.
Controlar el impacto negativo de la emisión de gases, con traslados innecesarios, forma parte de la retribución sostenible. Con el modelo híbrido o en remoto se ha observado la disminución de dióxido de carbono en la atmósfera de las ciudades. Mantener estos niveles debe ser promovido por la empresa, facilitando tarjetas de transporte público, coches ecológicos e incentivando la residencia cerca de los lugares de trabajo.
De manera transversal, la disminución de la brecha salarial por género, que queda recogida en el ODS 5, contribuye a la equidad interna y fortalece la retribución sostenible. En este sentido, también es fundamental incrementar la transparencia salarial y agilizar la comunicación en tiempo real de las políticas retributivas.
Ventajas para mantener el crecimiento
La sostenibilidad y las decisiones en base a criterios medioambientales, sociales y corporativos, son los ejes estratégicos de las empresas resilientes. Tanto los trabajadores como los directivos prefieren pertenecer a empresas comprometidas. Es el momento de la redefinición de los planes de retribución variable conforme a factores de sostenibilidad.
Uno de los desafíos actuales de las empresas es atraer al talento cualificado. Así, en un sentido amplio de retribución, incluir un servicio de guardería o aparcamiento en el trabajo, enriquece la retribución sostenible y mejora la atracción y retención del talento.
En esta línea, muchas compañías ofrecen ya un programa de salud para la plantilla, con gimnasio o yoga online cuando no se puede ir al espacio físico. Y también mobiliario adaptado y ergonómico.
Así pues, la retribución sostenible es considerada un todo integrado, cuyo resultado es una plantilla motivada y feliz. Lo cual es condición necesaria para crecer y aumentar la productividad. En este ecosistema, aporta valor un plan de formación que fomente el aprendizaje de prácticas sostenibles, economía circular y responsabilidad social corporativa (RSC).
Por último, dentro del ODS 8 orientado al trabajo decente, también se incluyen las medidas que garantizan un entorno laboral seguro y salubre. En lo que respecta a las medidas sanitarias relacionadas con la pandemia, es notable que los costes de sustitución han tenido un impacto negativo en la productividad. Prevenir los contagios es un asunto de responsabilidad pública, que garantiza además el crecimiento de la compañía.