La asertividad tiene más que ver con un “estar en el mundo” que con una manera concreta de comunicarse. Si confías en que el bienestar de la otra persona redunda en felicidad y ganancia para ti, la conducta asertiva fluirá sin esfuerzo. El famoso win-win es la clave para unas relaciones asertivas. El fundamento que sostiene un liderazgo exitoso es la conciencia de que hay que reconocer los derechos y respetar los intereses de todas las personas.
El liderazgo con asertividad es tendencia
La clave de un liderazgo en remoto es su humanidad, su capacidad de escucha y su asertividad en la comunicación y en la gestión emocional de la plantilla. Con ella garantizarás la retención del talento que elegirá los trabajos donde fluya la información, de manera transparente. Con un equipo diverso, la asertividad ayudará a conducir al liderazgo, reflejando actitudes, valores y creencias que respetan las diferencias. El objetivo es tratar a todos con justicia, dignidad y respeto.
La pandemia ha exigido mucho esfuerzo en cada uno de los niveles laborales. Las direcciones de las empresas y sus liderazgos han tenido que adaptarse a los cambios, demostrando resiliencia y proactividad para salvar la estrategia de la compañía. En este sentido, reconocer las limitaciones es una ventaja y un rasgo de la asertividad. Es mejor saber dónde poner el límite y distribuir las tareas entre la fuerza de trabajo, que intentar abarcar más de lo humanamente posible.
El liderazgo de éxito ha dejado de basarse en el control para fundamentarse en su condición de guía. Orientar y comprender las necesidades de la plantilla pasa por una actitud asertiva. Existe un abismo entre un diálogo y un monólogo compartido. Si no eres asertivo, caerás en este turno de palabras y acciones, a modo de pelota de tenis, que no son constructivas.
Tips para ser asertivo siendo tú mismo
La asertividad forma parte de la inteligencia emocional que debe tener un líder. Los trabajadores se sentirán motivados e inspirados ante un liderazgo resiliente y asertivo. Todas las partes podrán expresar sus demandas, puntos de vista y líneas rojas, sin ansiedad a la hora de hacer solicitudes. El objetivo es mantener un equilibrio entre empatía y asertividad. Es tan importante saber decir que “no” sin afectar negativamente ni a la otra persona ni al proceso, como saber decir “sí”, complaciendo.
Para entrenar esta soft skill tan importante, puedes comenzar a seguir tú mismo y animar a tu equipo a que sigan estos tips:
- Conócete y practica el autocontrol.
- Ensaya el “decir no” progresivamente, de situaciones más sencillas a otras más complejas.
- Conoce a tu equipo para ajustar las prácticas y la comunicación a cada perfil.
- No tengas miedo, especialmente a los juicios. Tampoco a transmitir malas noticias.
- Utiliza la comunicación no violenta, hablando desde el “yo” y ofreciendo alternativas.
- Reconoce el valor del compromiso para aceptar o rechazar proyectos de manera responsable.
- Interpreta cada comentario como una oportunidad de mejora y crecimiento.
- Vigila el tono de voz y el lenguaje corporal: un liderazgo exitoso percibe la importancia de los mensajes transmitidos con estos códigos.
- Respeta a los demás y pregunta cuanto sea necesario para evitar malentendidos.
- Alimenta tu ambición positiva para crecer junto con tu equipo.