La traducción de esta expresión anglosajona que refiere a un método de adaptación para una nueva incorporación a la plantilla, sería “trabajador en la sombra”. Seguro que estás pensando en la pareja de detectives, uno maduro y experimentado y otro novato y preguntón. Pues en el job shadowing la idea es alcanzar el aprendizaje mediante la observación, es decir, conocer en primera persona las tareas y competencias necesarias para el puesto.
Ventajas del job shadowing
Es muy habitual estar inmersos en rutinas laborales, automatizar procesos y generar la costumbre de que las tareas sigan un orden en cadena. Contar con un punto de vista fresco y nuevo, es muy útil para detectar posibles mejoras, incluso para situar en una mirada panorámica todo el desarrollo del puesto de trabajo en concreto. Como señaló Ortega y Gasset, si crees que tu punto de vista es el verdadero, posiblemente creas que la realidad es una fachada plana con ventanas. Si sabes comunicarte con los otros y ponerte en su lugar, observarás que la realidad se acerca más a un edificio de cuatro lados con diferentes ventanas.
Hay un primer momento clave de encuentro en el onboarding que sirve tanto al candidato o estudiante como a quienes estáis en recursos humanos pues ayuda a integrar a las nuevas incorporaciones a la plantilla. En el job shadowing se fomenta el diálogo, mejorando el ambiente organizacional y de comunicación. Ningún tutorial puede sustituir al intercambio de dudas y sugerencias en directo mientras que trabaja el empleado.
Este método fomenta la labor del mentor y optimiza los conocimientos y experiencias de la plantilla senior. Para compartir los conocimientos hay que tenerlos plenamente integrados, así que el job shadowing aporta tanto al empleado que ya forma parte de la empresa como al nuevo candidato. ¿Acaso nunca te ha pasado que es justo en el momento en que le explicas a algún compañero una tarea cuando llevas a una comprensión e interiorización plena?
Este método es eficaz, en este sentido, detectando debilidades y fortalezas en los procesos de la plantilla. Le permite a los empleados comprobar por sí mismos sus propias aptitudes profesionales y, a su vez, calcular a la compañía los costes de adaptación y aprendizaje de la nueva incorporación.
Inconvenientes del job shadowing
Si conoces la expresión de Confucio: “Me lo contaron y lo olvidé, lo vi y lo entendí, lo hice y lo aprendí”, puede que te entren dudas de la eficacia del job shadowing. En determinados contextos, este método puede entorpecer la curva de aprendizaje. Piensa en conocimientos técnicos muy específicos, creativos o de tipo laboratorio, donde la experiencia propia es un factor crucial.
Por otra parte, puede ocurrir que en tu plantilla encuentres reticencias de los empleados con mayor experiencia a ejercer de mentores. Como sabes, no es identificable la capacidad para el desempeño de tareas concretas que el saber empatizar para ponerse en el lugar de quien está observando.
Por último, si la decisión es de la dirección puede darse un conflicto con los mandos intermedios. Esta situación iría en contra del objetivo de agilizar el aprendizaje y facilitar la comunicación.