Los equipos autodirigidos son grupos de trabajo que funcionan en su gestión cotidiana sin necesidad de una dirección. Por lo tanto, en esta modalidad no hay un jefe o responsable que tenga más poder sobre el conjunto de los trabajadores. El reparto de tareas se realiza así tomando en consideración las motivaciones, deseos, aptitudes y experiencia previa de cada miembro del grupo. 

Qué son los equipos autodirigidos


Los equipos autodirigidos pueden ser una buena alternativa en función de las características de la plantilla, de la empresa y de los objetivos a alcanzar. Esta modalidad se basa en técnicas como el Focus Group y está indicada en aquellas compañías que quieran fomentar el trabajo en equipo, unir de nuevo a un grupo descohesionado o incentivar la responsabilidad y la independencia de los empleados. No obstante, no suele ser muy utilizada en PYMES o negocios tradicionales.

A continuación te hablamos de las ventajas e inconvenientes que tiene esta forma de gestión.

Ventajas de los equipos autodirigidos

El primer aspecto a destacar es que los trabajadores ganan en autonomía, porque se tienen que responsabilizar de la gestión ordinaria. Los empleados responsables se sentirán más motivados y, con ello, podrán rendir más y mejor. Recuerda que el salario emocional es importante para los trabajadores con una cierta cualificación. 

Además, los costes se reducen, ya que hay que invertir menos en perfiles que supervisen el cumplimiento de las directrices establecidas. No en vano, esa función la asume el grupo. Si este sistema es eficaz, mejorará la gestión de los Recursos Humanos y, con ello, la eficiencia corporativa.

Otra de las ventajas de este sistema estriba en que te resultará mucho más sencillo retener talento profesional. Esto es especialmente importante, ya que es más económico mantener en tu empresa a un trabajador cualificado que iniciar un nuevo proceso de selección incierto.

Finalmente, hay que señalar que un equipo autodirigido que funciona bien es más productivo.

Desventajas de los equipos autodirigidos

Esta modalidad basada en la autogestión requiere de un alto nivel de responsabilidad por parte de los trabajadores, así como de unas pautas claras. De este modo, si alguna de estas premisas no se cumple, se producirá una situación negativa para la empresa, ya que descenderá el nivel de productividad

Otro de los aspectos problemáticos es que, aunque exista responsabilidad por parte de los empleados, pueden aparecer rencillas entre los miembros de los equipos. Como no hay una jerarquía bien definida, esto puede generar problemas internos que tendrán una repercusión negativa en la empresa.

Finalmente, hay que señalar que los procesos de implementación pueden ser algo más lentos y que los comienzos pueden ser más complicados.

La decisión de implantar un sistema de organización basado en equipos autodirigidos es algo que ha de valorarse de forma individual teniendo muy en cuenta las circunstancias y cualidades de los equipos de trabajo en cada empresa, así como sus objetivos. No obstante, si se implementa bien puede resultar ser una opción muy interesante.