¿Qué es el crowdsourcing?

El crowdsourcing, como gran parte de la terminología empresarial, es un concepto adoptado directamente del inglés y combina dos conceptos: crowd, que es multitud, y outsourcing, la externalización de recursos. El concepto viene a definirse como un recurso que permite a los individuos o a las organizaciones recurrir a una colaboración masiva con el fin de lograr la resolución de problemas. Su práctica más conocida probablemente sea el crowdfunding, o, traducido, la captación de fondos o microfinanciación.

Si quieres traducir literalmente este anglicismo, lo más correcto sería utilizar “subcontratación masiva voluntaria” o “colaboración masiva”. El periodista estadounidense Jeff Howe acuñó este término para hacer referencia a dos significados principales. Por un lado, sirve para definir la subcontratación masiva voluntaria de un amplio grupo de personas en una convocatoria abierta para un trabajo que antes hacía una sola. Por otro, el crowdsourcing define el hecho de aplicar principios de código abiertos a otros campos no relacionados con la programación.

¿Para qué sirve el crowdsourcing?

Esta metodología que busca “la sabiduría de las masas”. Puede aplicarse sin discriminación a un amplio rango de categorías o situaciones, en los recursos humanos implica contar con las aportaciones de personas especializadas para una dinámica comunitaria de afrontar tareas o determinadas situaciones. A diferencia del outsourcing, que principalmente cuenta con la externalización de trabajo a agencias especializadas, el crowdsourcing da paso a una colaboración de puertas abiertas entre personas especializadas por todo el mundo.

Dos cabezas piensan más que una, y una comunidad de mentes focalizadas en alcanzar un fin, todavía más. Al fin y al cabo, esa es la funcionalidad del crowdsourcing: combinar ideas y conocimiento para obtener los mejores resultados, una práctica que puede llevarse a diferentes ámbitos.

RRHH crowdsourcing

Cómo usar el crowdsourcing en tu empresa

  • Un ejemplo común consiste en crear comunidades online públicas o privadas. A éstas se les enfoca a generar ideas,
  • Dentro de la acción anterior o fuera de ella, de manera independiente, podemos utilizar a las comunidades para obtener feedback. Por ejemplo, a través de votaciones o encuestas podemos saber qué aceptación y valoración recibiría un proyecto inicial que aún no ha salido a la luz. A partir de aquí el margen es amplio, ya que los participantes pueden votar pero también desarrollar y modificar ideas iniciales.
  • Otra fase supondría la selección de expertos para que realicen un análisis posterior a la creación de ideas. Este grupo contaría que el valor añadido de ser independiente y ajeno a la idea original, pudiendo aportar puntos de vista propios y de mayor valor.

Las ventajas de este sistema vienen siendo utilizadas desde las principales empresas a nivel mundial. Aprovecha la flexibilidad del crowdsourcing para encontrar la modalidad que más beneficio le aporte a tu compañía y destacar entre la competencia.

 

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