¿Cuántas veces hemos tenido que sentarnos frente a un candidato para el puesto de trabajo y nos hemos dejado guiar por nuestras sensaciones, sin tener en cuenta si esta persona es la idónea o no para el puesto de trabajo?

En muchas empresas no siempre es el departamento de Recursos Humanos el que selecciona el personal y escoge a los trabajadores con el perfil más parecido a lo que se busca, sino que también lo hacen los propios jefes de departamento.

Detectar y encontrar perfiles de gran talento es una tarea muy compleja, y más en la actualidad, en la que la mayoría de candidatos tienen estudios universitarios o vienen muy bien preparados académicamente.  

Por este motivo os definimos un “Big Five” que os ayude a detectar el talento de aquellos candidatos que en un futuro pueden llegar a ser directivos de vuestras empresas:

 

  • Definir qué tipo de talento necesita nuestra empresa.

Antes de empezar con cualquier tipo de proceso es necesario que definamos lo que estamos buscando. Es importante que tengamos claras cuáles son aquellas aptitudes y actitudes que consideramos talentosas y que pueden aportar a nuestra empresa. Diseñar nuestro itinerario de búsqueda de talento nos puede ayudar a no cometer errores.

  • Infórmale sobre la empresa.

Seguramente el candidato ya vendrá informado sobre las características más relevantes de la empresa, conociendo características del sector, nuestro público objetivo, etc. Pero aún así, le falta información. Para que pueda expresarse con total libertad durante la entrevista infórmale de la situación actual y de aquellos detalles que consideres que os hacen únicos: proyectos, ambiente laboral, objetivos, etc.

  • Ponlo a prueba.

El candidato ya está informado de la situación y puede opinar con conocimiento. Es por ese motivo que os proponemos que le pongáis a prueba. Planteale problemas que puedan surgir en la empresa, ordenándolos desde los más sencillos de solucionar a alguno más complicado y que implique la colaboración con otros compañeros de trabajo. Es una buena opción para ver qué tipo de relación tendrá con los trabajadores de la empresa y si sabe cuándo tiene que ser más o menos flexible.

  • Observa su lenguaje no verbal.

El intercambio no verbal tiene la misma importancia que el verbal. Durante la entrevista es conveniente fijarnos en las posturas que adopta el candidato y si está realmente convencido de sus respuestas. Los gestos que realice son significativos porque ayudan a eliminar las pequeñas dudas y muestran seguridad en uno mismo. Debemos estar atentos también a gestos que nos indiquen síntomas de nerviosismo por parte del candidato, como pueden ser los de tocarnos el pelo, frotarnos las manos o tocarnos la cara.

  • Descubre sus aficiones fuera del trabajo.

Con esta información descubrirás si el candidato se adecua a la personalidad y cultura de la empresa. También es una forma de ver si comparte los valores que intentamos transmitir y se mueve en la tipología de actividades que ya realizan nuestros trabajadores. También podemos sondear al candidato con preguntas más íntimas: ¿Cuáles son las tres cosas más importantes para la felicidad? La forma y el contenido de las respuestas nos permitirán ver cuáles son sus bases y objetivos más allá del trabajo. En resumen, no debemos olvidar que la formación, las habilidades o la experiencia no son los únicos factores que acompañan al talento. La personalidad y el carácter son igual o más importantes.