¿Qué pensarían Juan Morera y su socio Víctor Zabala si supieran que la Academia CCC, que ellos fundaron en 1939, ya no usa el correo postal sino el electrónico, tiene su propio canal de televisión ‘online’ e imparte cursos de hidroterapia o chino mandarín? Es más que probable que estos dos pioneros de la formación a distancia, nacidos en el siglo XIX, ni se inmutaran más allá del orgullo de saber que su idea, para muchos descabellada —una academia que en plena posguerra española ofrecía Cursos de Comercio por Correspondencia (CCC) y otros de inglés grabados en discos fonográficos—, sigue viva setenta años después de que la pusieran en marcha. En este tiempo el catálogo de cursos no ha parado de renovarse (de sus ‘cursos fémina’ para aprender Corte y Confección a los actuales de monitor de pilates, negociación o el inglés en 1.000 palabras) y las nuevas tecnologías han revolucionado la relación con el alumno gracias a Facebook, Twitter o YouTube.