Son muchos los profesionales cuyas tareas requieren colocarse delante de una pantalla hora tras hora. Esta rutina puede tener muchas repercusiones en la salud de los trabajadores, tanto en su vista como en su físico.
Todos los expertos estarán de acuerdo en que existen varias maneras de cuidarse a uno mismo durante la jornada laboral en la oficina. Básicamente, se engloban cuatro grandes aspectos para respectar la salud laboral tanto a nivel físico como mental: reducir el estrés; cuidar la alimentación; hacer ejercicio y desconectar.
A veces tendemos a implicarnos mucho en un proyecto con el fin que salga lo mejor posible. Podemos ser detallistas o perfeccionistas, podemos hacer siempre más y mejor, pero hay que tener en cuenta cómo nos puede perjudicar si no tenemos en cuenta algunas pautas.
Entonces, ¿cómo podemos llevar una vida sana desde nuestra silla? A continuación, dejamos algunos consejos fáciles de hábitos saludables de aplicar a la rutina de cualquier empleado.
1. Descansar la vista.
La pantalla es la herramienta principal para muchos profesionales, pero puede cargar la vista, secar los ojos e incluso afectar a nuestros cerebros. Toma el aire o mira por la ventana, pero deja que tus ojos descansen a menudo.
2. Comer sano y con frecuencia.
Desayuna, come fruta por la mañana y por la tarde y prepara tu mesa con snacks saludables, como lácteos, cereales o frutos secos para mantener tu energía y obtener el máximo rendimiento.
3. Muévete.
Sube por las escaleras en lugar de hacerlo en ascensor. Estira de vez en cuando, camina un poco y acostúmbrate a no enviar correos a tus compañeros que tienes más cerca para ahorrar tener que levantarte. Fuera de la oficina, incorpora alguna actividad física en tu rutina, ya sea ir al gimnasio, clases de baile o ir a pasear.
4. Organízate bien.
Con una buena organización, podrás planificar tus tareas para trabajar sin tanta presión y con tiempo para airear tu mente entre jornadas laborales.
5. Fíjate límites.
El trabajo tiene un horario, y desconectar es vital. Siempre habrá trabajo y si no te marcas unos límites, puedes acabar absorbido por las tareas pendientes. La falta de descanso contribuirá a un menor rendimiento y una mayor desmotivación general.
Estas son solo unas cuantas maneras de llevar a cabo prácticas para asegurar que la vida en la oficina sea lo más saludable posible. Para todos aquellos que pasan el día en el trabajo, lo más importante es encontrar pequeñas formas de mantener la motivación y la salud, tanto a nivel físico como psicológico.
Combina trabajo y salud con cada oportunidad que tengas. Cuida tu postura, ríete y recuerda cuáles son las cosas que realmente te motivan del trabajo. Aprende a disfrutar de tu espacio de trabajo y a cuidarte mientras lo haces. ¿Empezamos?