No es necesario ser un experto en nada para constatar que las personas nos movemos cada vez menos y el sedentarismo laboral es solo una de sus consecuencias.

Gracias a la tecnología, en la mayoría de los sectores económicos son cada vez menos los puestos de trabajo que requieren un esfuerzo físico. Pero, a cambio de una serie de consecuencias nocivas para la salud que repercuten en la productividad de la plantilla.

La prevención del sedentarismo en el trabajo, un objetivo

Los expertos recomiendan al menos 30 minutos diarios de actividad física moderada para prevenir la obesidad, las enfermedades cardiovasculares o la diabetes, entre otros riesgos para la salud.

Aunque siempre es aconsejable el ejercicio físico, los estudios sugieren que acciones sencillas como andar en lugar de coger el coche o subir por las escaleras, ya suponen un aumento importante en la esperanza de vida. Incluso aunque se trate de personas a las que su trabajo mantiene muchas horas en un escritorio.

Pero, cuando hablamos del ámbito de la salud y el bienestar de los empleados de una organización, los efectos del sedentarismo en la oficina no se circunscriben únicamente al ámbito de la salud de las personas que trabajan en la empresa. Los efectos nocivos de la falta de actividad física repercuten en la salud mental y comprometen el rendimiento de los equipos humanos.

Desde el departamento de Recursos Humanos es posible implementar medidas que permitan mejorar sensiblemente la salud en la organización. De esta forma se cumplirá un doble propósito individual y organizacional: fomentar un estilo de vida sano y mantener la operatividad de la plantilla.

¿Pero qué se puede hacer desde RRHH para cumplir con estos objetivos?

Trabajadora buscando información acerca del sedentarismo laboral

Confiar en los servicios externos de ergonomía

Es una tendencia universal en las economías desarrolladas el que el sector terciario o de servicios vaya ganando importancia en detrimento del primario y el secundario. Hablando en términos coloquiales, esto significa que cada vez más gente trabaja sentada en una mesa delante de un ordenador.

Se trata de una tendencia estructural que no va a ir sino en aumento. De modo que la más sencilla lógica dicta que el lugar donde las personas pasan al menos 8 horas de sus vidas, debe estar pensada ya desde el principio para cuidar de forma pasiva su salud.

Existen empresas que ofrecen servicios de ergonomía que pueden hacer mucho para adaptar los puestos de trabajo a las necesidades de las personas que los ocupan.

En concreto, las acciones que pueden llevar a cabo en la organización son:

  • Servicios de consultoría y asesoramiento. Pondrán a disposición del departamento de RRHH profesionales que evaluarán e identificarán los riesgos ergonómicos de los centros de trabajo de la organización.
  • Formación concreta tanto a trabajadores como a responsables de prevención sobre la ergonomía y las medidas que deben adoptarse, tanto a nivel individual como grupal.

En la línea de lo comentando antes, una empresa de servicios de ergonomía puede ayudar al departamento a diseñar oficinas más saludables, desde el mobiliario ergonómico hasta ayudar a identificar posibles riesgos de cara a su prevención.

Incluir la prevención del sedentarismo laboral en los programas de bienestar

Un programa de bienestar laboral es un conjunto de acciones promovidas por una empresa con el objetivo de que comprometer a las personas, y la organización en la creación de un ambiente de trabajo saludable.

Su creación cumple con el objetivo de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales cuando dice en su artículo 5: “La política en materia de prevención de riesgos laborales deberá promover la integración eficaz de la prevención de riesgos laborales en el sistema de gestión de la empresa”.

Entre los objetivos generales de estos programas (como la salud mental o la nutrición) es necesario incluir la prevención del sedentarismo laboral. Para ello se deberá partir necesariamente de la cultura organizacional y el conocimiento profundo de las personas que forman la plantilla, sus condiciones y necesidades.

Fomentar la productividad sobre el presentismo

Además del entorno físico en el que las personas desarrollan su trabajo, influye también la filosofía laboral de la empresa.

En ese sentido, la cultura del presentismo habitual en nuestro país, tan ligada a la baja productividad laboral de nuestra economía, fomenta jornadas laborales interminables. Gastar más tiempo sentado en el escritorio no garantiza un mayor rendimiento, pero seguro que provoca mayor insatisfacción, dolores de espalda y estrés.

Con el mismo objetivo, se deben permitir y fomentar las pausas activas en el trabajo, en las que personas puedan realizar ejercicios y estiramientos.

Vigilar el impacto del teletrabajo en el sedentarismo laboral

La llegada de nuevas formas de entender la cultura empresarial, y la cruda realidad de la Pandemia, ha puesto sobre la mesa el debate sobre el teletrabajo. Sin duda, aumenta la productividad en determinados puestos de trabajo, reduce el tiempo in itinere y fomenta la posibilidad de la conciliación familiar.

Sin embargo, también es cierto que el teletrabajo trae como consecuencia una vida mucho más sedentaria. Desde el departamento de Recursos Humanos se deben realizar acciones de formación y prevención con las personas que realizan su trabajo en remoto.