Para poner en marcha medidas que respeten el medio ambiente no es necesario hacer grandes inversiones. Un plan de ahorro de energía o un uso responsable de la tecnología son algunas de las medidas que puede desarrollar un departamento de recursos humanos para lograr un negocio más sostenible.
- Reciclaje de papel. El reinado de las pantallas es casi absoluto en las oficinas, pero todavía se sacan facturas en papel, hojas de Excel para hacer conteos, hojas de firmas… Utiliza las tres erres del reciclaje: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Reduce al máximo el uso de papel. Si es necesario fotocopiar hazlo por las dos caras y busca otro uso antes de desecharlo al cajón del reciclaje. Aplica las tres erres también en plásticos, bolígrafos, tóners y material de oficina en general.
- Ahorro de agua. Ser verde pasa por la concienciación propia y la de los demás. Informa cada vez que tengas ocasión sobre la mejor manera de ahorrar de agua. Si hay cocina y una pila para la limpieza de vajilla, advierte sobre el uso racional y responsable del agua. Comunica también la conveniencia de no utilizar el inodoro como papelera.
- Ahorro de luz. Aprovechar al máximo la luz natural. A veces resulta complicado porque este tipo de iluminación dificulta la visión apropiada de las pantallas. Piensa en la mejor forma de disponer el mobiliario para explotar la luz natural de una forma óptima. Fomenta un uso responsable de los aparatos. Deben apagarse totalmente al final de la jornada para que no consuman recursos mientras no haya nadie.
- Ahorro en climatización y refrigeración. Conviene ajustar la temperatura al número de personas que hay en cada estancia. Si el 80% de la plantilla lleva chaqueta en verano y tirantes en invierno, plantéate revisar la climatización de tu centro de trabajo. Ahorra la empresa y beneficia al medio ambiente.
- Packaging inteligente. Apuesta por un embalaje que utilice menos recursos para su fabricación y que sea menos voluminoso para que pueda transportarse de una manera más eficiente.
- Ejercicio dentro de la empresa. Fomenta el uso de escaleras frente al ascensor. Anima a utilizar el transporte público o el que no es contaminante. Habilita un espacio para aparcar bicis.
- Reciclaje de teléfonos móviles. Existen empresas que se dedican a comprar teléfonos que ya no se usan. Puede ser una forma de invertir el dinero conseguido en alguna mejora o en algún proyecto de RSC en el que esté implicada la empresa.
- Recogida de pilas. ¿Cuántas pilas olvidadas hay en los bolsos y guanteras de los coches del mundo? Un arsenal. El centro de trabajo es un buen espacio para hacer un punto de recogida. Acercarlos periódicamente a un punto limpio es una tarea que puede organizarse de forma sencilla.
- Organización de un blablacar. Crea un grupo de mensajería mediante el que se pueda compartir coche para ir al trabajo y volver a casa. También puede ser un espacio en la intranet. ¿Qué tal recompensar al coche más compartido? El premio: un cheque-gasolina.
- Grupo de consumo de alimentos ecológicos. Hay muchas iniciativas de consumo ecológico que llevan a domicilio los productos que se han pedido previamente online. Resultará más económico recogerlo en la empresa. Crea un espacio que funcione como punto de recogida de alimentos ecológicos.
Para que estas tareas sean realmente útiles y no se queden solo en buenas intenciones requieren designar a una persona o un equipo de referencia y la colaboración e implicación tanto de jefes como de empleados.
Y si ya has hecho los deberes, calcula cuál es la huella de carbono que deja tu empresa.