Que el panorama laboral ha cambiado no es ninguna novedad: mayor especialización, más movilidad, desempleo, falta de especialización… Una situación que afecta, por un lado, al trabajador, y por otro también a las empresas, que se encuentran con cada vez más problemas para encontrar y retener el talento.

 

Empleados, ¿contentos con su empresa?

Según el estudio De la Teoría a la Acción”, realizado recientemente por Oracle, solo el 34% de los empleados no directivos en España asegura sentirse orgulloso de trabajar para su organización. De aquí extraemos la inquietante conclusión de que la mayoría de ellos está descontento, o como mínimo poco comprometido con su empresa. Lejos de tratarse de un dato anecdótico, resulta bastante preocupante en realidad. Está claro que la cultura empresarial de las compañías en Europa Occidental no está suficientemente adaptada a las necesidades y expectativas de los empleados no directivos. Y no sólo hablamos de sueldos: igualmente alarmante es el hecho de que solo el 19% siente que su empleador se preocupa sobre su bienestar general, y sólo el 28% percibe a sus jefes como alguien visible y cercano. Además, muchos de estos empleados no parecen tener buenas perspectivas o esperanzas sobre su futuro en la empresa actual.

Y es que los trabajadores de hoy quieren sentir que juegan un papel importante en el éxito de su compañía. Y esto a su vez puede reportar un interesante beneficio para ésta, ya que el pensamiento innovador se da en cada uno de los escalones de la jerarquía salarial, y se corre el riesgo de perder valiosas contribuciones si no les permite a todo el personal, desde el nivel más alto al más bajo, mostrar su talento.

Equipo trabajando en una empresa

 

Mejora por parte de la empresas

La tecnología es una aliada fundamental para subsanar estos problemas. Desde poder medir ese compromiso de forma eficiente (gracias a herramientas de gestión, informes colaborativos y analítica de datos), hasta, simplemente, ofrecer un clima laboral ‘conectado’. Sí, porque encontramos que una buena parte de esta fuerza laboral no directiva pertenece a la generación millenial. Se trata de nativos digitales que esperan comunicarse con sus colegas y sus jefes mediante la tecnología que utilizan en su vida diaria.

En cualquier caso, es importante recordar que implementar la tecnología digital simplemente, o hacerlo meramente para aplacar las demandas de una plantilla joven, tiene poco valor. Para ser eficientes, estas herramientas no deberían ser entidades independientes, sino estar embebidas profundamente en los procesos de negocio, de forma que permitan a los empleados conectar con cualquiera de los procesos de recursos humanos. Más que ser ‘añadidos’, las tecnologías móviles y digitales deberían convertirse en parte natural del trabajo diario de los empleados.

Además, los dispositivos digitales y móviles, las herramientas de RRHH y las plataformas de social media son muy buenas fuentes de datos para medir la felicidad de los empleados. Y también, mucho más importante, son herramientas increíblemente poderosas para involucrar a los trabajadores, que es lo que en el fondo estamos buscando.

En resumen, el empleado de hoy en día busca trabajar en un lugar donde se sienta valorado y apreciado, y valora los beneficios del trabajo en equipo, la colaboración, las jornadas flexibles, la formación y el desarrollo profesional, todos ellos factores que se ven enormemente realzados gracias al uso de las tecnologías digitales de hoy día. Así, ante la elección entre un lugar de trabajo donde la tecnología no mira con buenos ojos o se desaconseja activamente, y uno donde se utiliza para ofrecer un mejor entorno de trabajo, un joven talentoso tiene fácil la decisión.