El job crafting es una técnica de recursos humanos que puede ayudar, y mucho, a retener talento cualificado. Se trata de adaptar el puesto que ocupa un empleado valioso para la empresa a sus motivaciones y objetivos profesionales. No tiene por qué resultar una inversión costosa. En todo caso, el beneficio está asegurado si se aplica adecuadamente. ¿Quieres saber cómo hacerlo?

A veces se piensa erróneamente que lo que retiene a un empleado en la empresa es su salario. Si está dentro de sus expectativas, se quedará. Sin embargo, esto no siempre sucede. A menudo se repite la clásica historia de una persona que trabajaba por cuenta ajena y que, por falta de motivación o por mal ambiente laboral, decide irse, e incluso monta un negocio por su cuenta. Si su marcha representa una pérdida valiosa, habría que analizar qué se podría haber hecho para retenerla, más allá de proponerle una contraoferta económica.

Un reclamo para retener talento: el trabajo a medida

En otras ocasiones te hemos hablado del employer branding como práctica para retener y reclutar talento cualificado. El job crafting es perfectamente compatible con esta dinámica. A fin de cuentas, se trata de conseguir el mismo logro: que los objetivos y motivaciones del personal estén alineados con los de la empresa. Como su nombre indica, con el job crafting la forma de hacerlo será adaptando el puesto al talento que se desea retener.

Aunque no tiene por qué reducirse a ello, este tipo de práctica es más habitual sobre puestos ejecutivos. Se asemeja en cierto modo al emprendimiento dentro de la empresa, por lo que es habitual que se aplique sobre cargos que gestionan equipos y recursos.

Job crafting consiste en diseñar puestos a medida para retener talento

Para llevar a cabo el job crafting se incidirá sobre estos dos aspectos

  • Revisar las tareas que asume la persona empleada
    Estudiar el alcance de sus cometidos, si precisa un apoyo o bien si dedica demasiado tiempo a tareas repetitivas. Si algunas de estas tareas le desbordan y pueden ser automatizadas con la ayuda de una herramienta, esta persona tendría más tiempo para realizar cometidos más motivadores. Por lo general, estos son los que aportan mayor valor a la empresa.
  • Favorecer el alcance de sus relaciones laborales
    Es importante revisar que el círculo de relaciones de la persona a la que se le quiere adaptar el puesto. Con frecuencia, hay enfrentamientos entre departamentos o fricciones con determinados trabajadores con los que esta persona tiene que interactuar. Por ejemplo, de nada sirven sus propuestas innovadoras si tiene un superior que las frena. Conviene buscar sinergias entre quienes pueden mantener una red de trabajo eficiente.

Hay que tener en cuenta que el job crafting no se le puede aplicar a cualquiera y de cualquier modo. En determinados casos esta técnica puede resultar contraproducente, sobre todo si se alteran demasiado los cometidos y las relaciones sin que la persona empleada haya entendido y aceptado el porqué de los cambios.

Cómo el job crafting mejora además el ambiente laboral

Una de las causas por las que se produce la fuga de talento cualificado es un mal ambiente en la empresa. Hay grandes compañías que son conscientes desde hace años de este hecho. Esto les lleva a proponer acciones innovadoras en recursos humanos con el fin de evitar esta pérdida. La contrapartida siempre es mejorar las condiciones del talento que se desea conservar, pero no necesariamente mediante un aumento del salario o del gasto en instalaciones y servicios.

Existen medidas que no requieren prácticamente inversión, como el job crafting, y obtienen resultados sorprendentes precisamente porque mejoran el ambiente laboral. La adaptación del puesto a medida permite mantener viva la motivación y sanear la relaciones y el entorno de la persona empleada.