Ser responsable de una empresa implica mucho más que desempeñar unas funciones, normalmente los encargados tienen que sobrellevar distintas labores a lo largo del día. La clave del éxito para un responsable es saber delegar funciones a sus compañeros y poder así gestionar equipos para cumplir con todos los objetivos.

Por lo general, las empresas suelen establecer una estructura interna que se basa en la superposición de responsabilidades y directrices. Es decir, el perfil del responsable es lo que podremos incluir en nuestra estructura independientemente de si se trata de una tienda física en el sector retail, una cadena de comida rápida o una oficina. Sirve de punto de equilibrio para delegar y gestionar la actividad que se esté llevando a cabo.

¿Qué funciones tiene un responsable?

Un jefe, un manager, o cualquier otro perfil de responsable tiene varias funciones en un mismo rol, tanto generales como específicas. Aunque las específicas pueden variar por completo dependiendo de la especialidad de cada caso, a nivel más general, las tareas de todo responsable son dos: gestionar y delegar.

Gestionar un equipo:

La capacidad de gestión es por definición, la habilidad de dirigir la ejecución de tareas y procesos con el fin de lograr unos resultados concretos. Como responsable de departamento, equipo o grupo de personas, se debe saber atribuir distintas tareas a cada miembro del equipo con el fin de poder trabajar conjuntamente y sacar adelante los proyectos establecidos. Es importante que a la hora de gestionar se tenga en cuenta el perfil de cada persona para poder darle las tareas que mejor se adapten a sus capacidades y habilidades.

Delegar tareas:

Cuando se delegan tareas es importante hacer énfasis en que el responsable del equipo prefiere repartir el trabajo que hay con el fin de dar más responsabilidades a otras personas y poder construir un equipo donde todos colaboren en los proyectos y trabajos pendientes por hacer. El responsable tiene como tarea principal identificar qué perfiles son los adecuados para realizar cada tarea y observar qué perfil tiene cada trabajador para asignarle qué hacer.

En ocasiones, los responsables tienen tanta cantidad de trabajo que no dan lugar a poder hacer todo y es por eso que prefieren repartir tareas entre los compañeros y poder dedicar su tiempo a labores concretas.

¿Qué beneficios obtiene el equipo cuando se gestiona y se delega?

   Aprendizaje: todos los integrantes del equipo aprenderán a trabajar con distintas tareas, donde tienen la oportunidad de desarrollar habilidades y realizar actividades que quizás anteriormente no habían desempeñado nunca.

   Organización: cuando un responsable de equipo delega tareas ha de saber organizar los equipos para que todo el mundo tenga tareas acordes con sus necesidades, mejorando la eficiencia, productividad y el bienestar del equipo.

   Progreso y objetivos logrados: con el aprendizaje y el trabajo se obtienen y se logran los objetivos propuestos por cada persona.

   Motivación: emprender nuevos retos ayuda a mantener al trabajador siempre con ganas de descubrir nuevas competencias, capacidades y tener la oportunidad de abarcar más funciones en la empresa y progresar a nivel profesional.

Por lo tanto, es imprescindible que el responsable sea capaz de dedicar una gran cantidad de motivación y proactividad en los proyectos, sabiendo gestionar los equipos para darles el valor necesario a cada uno de sus integrantes y ser capaz de delegar las tareas necesarias para que entre todos se alcancen los objetivos propuestos.