“¿Por qué quieres trabajar con nosotros? ¿Qué experiencia tienes?”. Hay preguntas y formatos que no nos aportan la información que buscamos. Por otro lado, proponer alternativas sin tener clara su aportación también resultará estéril. El método que hoy presentamos resulta tan original como productivo.

Entrevistas fallidas

Los cambios y las innovaciones empresariales han llegado hasta las entrevistas de trabajo. En muchas de ellas se hacen dinámicas de grupo, problemas de lógica o preguntas que hace años serían impensables, por poner algunos ejemplos. Realmente, ¿dan resultado? ¿Conseguimos conocer al aspirante? Al final una entrevista de trabajo persigue ese objetivo, fundamentalmente. Son muchas las propuestas creativas pero pocas las fórmulas mágicas que nos garanticen una decisión más o menos acertada.

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Estrategias de una entrevista de éxito

Aunque en las selecciones de personal no existen los dogmas, las siguientes estrategias siguen dando resultados. Forman parte del caso de éxito empleado por Walt Bettinger, CEO del banco estadounidense Charles Schawb. En esta entrevista que concedió al NYTimes desgranó algunas de sus estrategias de éxito para las entrevistas:

Lo que más le importa es conocer el carácter del aspirante. Con sólo preguntarle por sus mayores logros y fracasos en su vida ya obtiene muchos datos: si gira en otro a otros o alrededor de ellos. Si se responsabilizan de sus fallos o culpabilizan a otros.

Otro de sus métodos es mucho más agresivo y eficaz. Invita a los candidatos a desayunar. Hasta aquí todo normal. Lo llamativo es que se coordina con el camarero para que la comanda de su invitado llegue completamente equivocada. Así ve cuál es su reacción y cómo lidia con la adversidad. “Sólo es otra forma de ver qué hay dentro de su corazón, en lugar de en su cabeza”. Recibir mal la comida y pasarlo por alto puede revelar que estamos ante una persona tímida o incapaz de tomar el mando para resolver un problema. Su mala educación puede aflorar si tiene un carácter demasiado arisco y responde mal al camarero. O puede resultar una gran oportunidad para que encuentre una solución de forma respetuosa y adecuada.

El método de la entrevista debe perseguir un objetivo

Bettinger lo justifica de la siguiente forma. “Todos cometeremos errores, lo importante es saber cómo nos comportaremos al tenerlos y si seremos respetuosos cuando otros los cometan.” Comentábamos al principio que no existe la entrevista perfecta. Pero parece evidente que debemos crear medios para alcanzar nuestros fines. Tenemos que trazar estrategias a seguir a la hora de publicar ofertas de empleo y realizar entrevistas de trabajo para conocer lo mejor posible a nuestro candidato. También se puede dar la situación de que necesitemos saber cómo se desenvuelve en un contexto más técnico y eso nos haga cambiar la dinámica. En definitiva, debemos romper los formatos limitados que siempre han acompañado a las entrevistas de trabajo. Y hacerlo para alcanzar un objetivo marcado respecto a nuestro entrevistado.

Cada puesto o cada empresa requerirán una acción concreta. Busquemos y personalicemos nuestro propio método, porque  no siempre servirá aliarse con un camarero.