Cuando piensas en el estrés lo relacionas rápidamente con sensaciones negativas tales como la ansiedad o el miedo. Esta dolencia tiene un impacto negativo en el bienestar mental y físico, llegando a producir síntomas físicos como dolores de cabeza, fatiga, molestias estomacales o insomnio. Además, por lo general, se considera que esta dolencia puede ser incapacitante y afectar al rendimiento y a la productividad. No obstante, has de saber que hay un tipo de estrés que es positivo y que puede ser beneficioso: el eustrés.
¿Qué es el «eustrés»?
El estrés puede subdividirse en dos respuestas emocionales opuestas que son el distrés y el eustrés. Mientras que el primer término hace referencia a las sensaciones negativas y perjudiciales ya mencionadas que conducen a un estado paralizante, el eustrés alude a la respuesta adaptativa que puede generar el estrés en el sujeto cuando éste se enfrenta a un estresor.
Por tanto, el estrés puede generar una respuesta emocional positiva y ser beneficioso para mejorar el rendimiento laboral y el éxito de tu empresa. Te contamos por qué.
Los beneficios del eustrés
El eustrés o “lado bueno” del estrés es capaz de mejorar la salud psicológica, así como el desempeño personal y laboral de tus empleados. Te enumeramos algunos de sus principales beneficios:
- Genera respuestas rápidas, lo que conduce a un incremento en la productividad a la hora de enfrentar las diversas actividades o retos diarios que pueden ir surgiendo.
- Estimula la resolución directa de los problemas.
- Conduce a que se haga una utilización más eficiente de la energía, precisamente al contrario de lo que sucede con el distrés.
- Estimula la creatividad
- Ayuda a aprender cómo manejar mejor las emociones, lo que incrementa las posibilidades de alcanzar el éxito frente a cualquier propósito. De este modo, está muy relacionado con la inteligencia emocional.
Claves para fomentar el eustrés
Para que pueda florecer el estrés positivo, resulta fundamental alcanzar un estrés equilibrado. Es importante que tengas presente que un nivel cero de estrés es tremendamente malo para la salud, ya que la ausencia de estímulos vitales se traduce en aburrimiento, quemarse en el trabajo e incluso en depresión, una dolencia realmente grave. Por el contrario, un exceso de estrés provoca una sobreestimulación en el sujeto, lo cual afecta de forma muy negativa a su estado de ánimo y a la productividad. De hecho, esta es una de las principales causas de baja laboral y de insatisfacción profesional, pudiendo afectar incluso al ámbito personal
Todo lo mencionado anteriormente se traduce en la siguiente conclusión: para que tus empleados se sientan bien, necesitarán experimentar una cantidad equilibrada de estrés provocada por un objetivo o propósito que resulte lo suficientemente atractivo y que los motive y los llene de energía.
De este modo, lo mejor que puedes hacer para fomentar el eustrés en tu equipo es proporcionar a sus miembros una dosis adecuada de estímulos que los mantenga a activos y motivados. Esto contribuirá, sin duda, a que tus trabajadores mantengan un compromiso laboral con la empresa.