Solicitar la reducción de jornada es algo a lo que el trabajador tiene derecho y que, muchas veces, puede resultarle imprescindible a la hora de que pueda conciliar el trabajo con otros aspectos de su vida, especialmente en momentos puntuales.

Esta medida sirve para ajustar su tiempo laboral de acuerdo a una serie de situaciones especiales, por lo que tienes que intentar facilitársela cuando sea necesario.

Casos en los que puede o debe concederse la jornada laboral reducida

Los supuestos en los que un trabajador puede solicitar la reducción de la jornada laboral son muy concretos:

  • Cuando necesite cuidar de sus hijos. Este derecho puede alargarse hasta que los pequeños cumplan los doce años de edad.
  • Cuando se encuentre al cuidado de un familiar que no puede valerse por sí mismo. Es necesario que haya, al menos, un segundo grado de consanguinidad. Dicho familiar no debe estar, además, prestando servicios por cuenta propia ni ajena, aunque no es obligatorio que tenga reconocida la invalidez para que el trabajador solicite la reducción.
  • Cuando tenga la guarda legal de una persona con discapacidad, siempre y cuando esta persona no preste servicios por cuenta propia o ajena.
  • En el caso de que deba cuidar de un menor de 18 años que se encuentre hospitalizado y en tratamiento continuado por cualquier tipo de enfermedad grave. El menor debe ser hijo biológico, adoptado o preadoptado. En este supuesto, es posible acumular la reducción de jornada en jornadas completas.

Reducción de jornada: cómo y cuándo aplicarla

Casos en los que la empresa puede solicitar la reducción de la jornada

Tu compañía puede solicitar la reducción de la jornada laboral de un empleado siempre que existan razones de tipo técnico, económico, organizativo o relacionadas con la producción. No obstante, debes tener presente que si el trabajador considera que no se dan estas circunstancias y que la medida es injusta puede presentar una demanda contra la empresa.

¿Cuáles son las condiciones de la jornada laboral reducida?

La reducción de la jornada laboral está sujeta a una serie de condiciones. Son las que siguen:

  • El trabajador tiene la obligación de preavisar a la empresa con 15 días de antelación (o, en su defecto, el periodo que se encuentre detallado en el convenio colectivo), salvo causas de fuerza mayor. Además, el empleado debe detallar la fecha de inicio y de fin de la jornada reducida.
  • En cuanto a la cotización, debes mantenerla al 100% durante los dos primeros años en los casos de cuidado de menores de doce años. En los restantes casos, dicha cotización durará solamente un año.
  • La jornada podrá verse reducida como mínimo un 12,5% y como máximo un 50%.

La reducción de jornada así como las excedencias son situaciones con la que te encontrarás a menudo y que tendrás que manejar como parte de tu ejercicio profesional. Debes tener claro que es un derecho del trabajador si bien solo ha de concederse en determinados supuestos. Ahora que los conoces podrás aplicarla sin dificultad. Recuerda que son este tipo de acciones las que logran fomentar la fidelidad de tus trabajadores.