En el aprendizaje, siempre suele ser más práctico conocer lo que nunca hay que hacer que saber aquello que sí. Hay muchas formas de mejorar la reputación de tu empresa. Pero cuidar tu imagen corporativa implica no cruzar ciertas líneas rojas que te exponemos en los siguientes consejos.

La importancia de tu reputación corporativa

El reconocimiento que se le otorga a una compañía en función del cumplimiento de sus compromisos es lo que denominamos reputación corporativa. Y su relevancia es clave en la vida de una empresa, tanto es así, que 3 de cada 4 consumidores reconocen que compran más en empresas cuya reputación es excelente. Para cuidarla tendrás que vigilar los elementos que afectan a varias áreas simultáneamente, porque serán los que marquen la posición de la empresa en el mercado.

Consejos para no dañar la reputación de tu empresa

  • Es preferible pecar por defecto que por exceso.

A la hora de lanzar comunicaciones corporativas, tanto internas como externas, te puedes ver entre la espada y la pared. Si tienes que pronunciarte sobre temas controvertidos o responder a un mensaje que implica cierta tensión, lo más recomendable es evitar los excesos. No lances mensajes rotundos que en un futuro se puedan volver contra ti.

 

  • No por ir más rápido llegarás antes.

Cuando se produce el momento de dar ciertos o comunicados o emitir según qué respuestas, tanto a nivel privado como a nivel público, las prisas son malas consejeras. Analiza bien la reputación corporativa que quieres transmitir con tus palabras. Ten por seguro que contestar bien, aunque sea con cierto retraso, será muchísimo mejor que hacerlo pronto y mal. Además, las consecuencias de lo segundo pueden implicar que los problemas se multipliquen exponencialmente.

  • Cuida mucho tus contenidos.

A veces se dice que copiar de los mejores es la mejor opción. Pero hablando de imagen corporativa, aplicarlo literalmente puede suponer la ruina. A la hora de transmitir mensajes, imágenes y cualquier tipo de contenido, analiza que éste vaya en la línea que quieres mostrar en tu imagen corporativa. No eches a perder todo el esfuerzo por un pequeño detalle.

  • No olvides la imagen interna.

Recuerda que en la reputación corporativa también se incluye el reconocimiento de sus trabajadores, socios, proveedores, etc. Por tanto, no descuides los detalles y las acciones enfocadas a los elementos internos y así verás cómo mejora tanto la opinión sobre tu empresa como la satisfacción de tus empleados.

La reputación de tu empresa está directamente relacionada con el volumen de ventas, la imagen empleadora, la estrategia y el liderazgo. Por este motivo tiene tanta importancia, porque cuidar de ella te garantizará mucho más que tu marca sea bien percibida dentro y fuera.