José Ignacio Cases, director general de Novadays.

El modelo de la Triple Hélice fue definido por el profesor Henry Etzkowitz, de la Universidad de Newcastle, en 1997. El objetivo era explicar el funcionamiento de los sistemas de I+D+i y, en concreto, la importancia de la colaboración entre las Administraciones Públicas, las empresas y las universidades: las tres hélices del crecimiento económico.

En este modelo se encuentra una de las claves para mejorar la sociedad en la que vivimos, a través de la innovación y del progreso de los productos y los procesos, tanto del sector público como del privado.

En un modelo como el de la Triple Hélice existen pocas diferencias entre los objetivos de las diferentes partes que lo integran –universidad, empresas y Administraciones–, por lo que el sistema funcionaría como un barco, impulsado por tres hélices, en una misma dirección.

Nosotros estamos aplicando este modelo de manera continua. En nuestras investigaciones y proyectos de consultoría, ideamos y diseñamos actuaciones en función de este modelo de impulso conjunto. Así, por ejemplo, con las empresas trabajamos en la concepción y el diseño de proyectos, en los cuales participan las universidades con su ejecución e ideas, y, por su parte, las Administraciones Públicas lo hacen financiando el proyecto de I+D o comprando sus resultados.

Con las universidades trabajamos como investigadores en muchos de sus programas, reforzando el equipo propio de la universidad y dotándole de una flexibilidad y una capacidad de trabajo que se suma a la propia. Asimismo, les ayudamos a encontrar organizaciones que estén interesadas en explotar los resultados de sus investigaciones, y gestionamos la transferencia de tecnología y/o conocimiento.

Cuando es necesario, también trabajamos en la financiación de sus proyectos, bien desde el sector público o bien desde el empresarial. Por último, trabajamos con las Administraciones Públicas definiendo, estudiando y evaluando sus políticas de apoyo a las empresas y a las universidades, realizando proyectos de investigación en los que participan las otras dos hélices, buscando financiación para sus actuaciones por parte del sector privado.

En definitiva, nosotros nos hemos encontrado en el centro del modelo de la triple hélice, uniendo lo público y lo privado, el conocimiento y el negocio, apoyando a unos y a otros para alcanzar sus objetivos individuales en un marco conjunto que conforma un destino común hacia el que resulta muy fácil alinear el interés de todos ellos: mejorar el entorno en el que vivimos.