Los conflictos de intereses en el trabajo no son nada nuevo. De hecho, es inevitable que se produzcan en algún momento, debido a la complejidad de las empresas modernas. Si se gestionan adecuadamente, mediante estrategias de negociación de conflictos, no suelen plantear un problema para la organización. Sin embargo, cuando no se gestionan correctamente, pueden convertirse rápidamente en un asunto grave para todos los afectados. 

¿Qué es un conflicto de intereses?

Un conflicto de intereses surge cuando una persona de una organización o empresa tiene obligaciones profesionales o intereses personales o financieros que compiten entre sí, y que pueden influir potencialmente en el ejercicio de sus funciones

Los intereses privados o personales incluyen, entre otros, la familia, los amigos, los clubes y sociedades a los que pertenece un individuo, los intereses comerciales privados, las inversiones, las participaciones, y cualquier persona a la que se deba un favor.

Las formas más comunes de conflicto de intereses son el nepotismo, la desviación de oportunidades comerciales, la aceptación de beneficios de terceros, las relaciones estrechas con competidores, reguladores o socios comerciales, el empleo externo y las actividades profesionales.

Al gestionar los conflictos de intereses en el trabajo, debes asegurarte de que tus empleados conocen las políticas de la empresa en todas estas áreas.

Estrategias para lidiar con un conflicto de intereses en el trabajo

Todas las empresas deben hacer el esfuerzo de crear una cultura de ética y confianza, estableciendo el tono correcto en la Dirección. 

En última instancia, la clave para lidiar con éxito los conflictos de intereses en el trabajo es implantar las políticas adecuadas. Es fundamental establecer políticas claras sobre lo que constituye un conflicto de estas características y en qué casos deben ser reportados. Por consiguiente, las políticas deben incluir una serie de puntos cruciales:

  • Define quiénes son las personas interesadas.
  • Detalla qué tipos de relaciones representan potencialmente conflictos de intereses y, por lo tanto, deben ser divulgadas.
  • Describe cómo tu empresa define un posible interés financiero.
  • Describe el procedimiento para manejar, tratar y registrar los conflictos de intereses en el trabajo.
  • Indica el deber de informar sobre los conflictos de intereses reales o potenciales.
  • Explica lo que sucede en caso de violaciones de la política.

Asegúrate de que tu política es proporcional a la gravedad de un posible conflicto de intereses, y divulga la política a tu equipo y a todas las partes pertinentes. 

Además, la capacitación es crucial. Poner tus políticas en contexto ayuda a tus empleados a comprenderlas mejor. La capacitación interactiva que explica qué son los conflictos de interés, por qué son importantes y cómo deben reaccionar los empleados cuando se enfrentan a un posible conflicto de interés, asegurará una comprensión común de los conflictos de interés en tu empresa.

Por último, tu empresa debería contar con sistemas de seguimiento y presentación de informes, que ayuden a gestionar el proceso de divulgación de los conflictos de intereses. Con el sistema adecuado se facilitará la comunicación entre los responsables del cumplimiento y el empleado que hace el informe. 

En definitiva, los conflictos de intereses en el trabajo no son algo que haya que temer. Lo importante es crear un entorno seguro y un proceso no intimidatorio que anime a los empleados a informar y revelar de estos conflictos de forma abierta y honesta. Un sistema de cumplimiento automatizado puede ser la clave para un proceso de gestión de conflicto de intereses fluido y eficaz.