Hay autores que conciben el autoliderazgo solo desde un parar, un reflexionar, un actuar sobre el interior de uno mismo. En mi caso, en este momento, lo planteo desde un mirar hacia afuera. En otro momento miraremos más hacía nuestro interior. Porque está claro que somos quienes somos pero vamos siendo en función de todo lo que nos rodea, de las consabidas circunstancias.

Y nuestra mirada la vamos a posar en este caso sobre donde van las tendencias, cuáles son los impulsores en lo que concierne a la dirección de personas, las políticas de dirección y desarrollo de personas…vamos lo que todavía en algunos casos se denominan “recursos humanos”.

Vamos a empezar por ahí. Deforma sintética. En siguientes meses ya nos meteremos más hacía nuestro ser, saber, sentir y hacer.

¿Tenemos que actuar como las tendencias nos indican?

NO, seguramente cada situación exige una forma diferente pero siempre nos dan una pista. Reflexiona y actúa.

  1. Cada uno es cada uno

Parece obvio pero hemos tenido la costumbre de tratar a todos como si fuesen iguales y reaccionasen igual al mismo estímulo. Y eso desde la escuela.

Pero, cada vez más, cada profesional va a exigir un tratamiento más individualizado. Cada persona es un ser singular. ¡Ya está bien de tanto “Recurso Humano”.

  1. Ante la complejidad que nos envuelve, sencillez

A veces sofisticamos modelos, técnicas, procedimientos y con ello complicamos la gestión de personas y nos alejamos de ellas.

Lo sencillo implica claridad. Decir las cosa como son. Pero lo sencillo es diferente de lo simple. Lo simple no tiene apenas contenido. Lo sencillo es la forma entendible de expresar y gestionar lo complejo.

  1. No malgastes el tiempo, la agilidad se impone

Todo alrededor aparece cada vez más volátil. Como esperes un poco ya no te vale aquella idea genial que tuviste ayer. No puedes dejar determinado aprendizaje para el mes que viene. Agilidad en decisiones, aprendizajes, cambios, distribución…

  1. Lo diverso suplementa, enriquece al sistema

Y no es fácil trabajar con personas muy diferentes a nosotros. Nos gusta lo parecido, lo que sabemos cómo van a reaccionar, a actuar. Lo diverso nos hace cerrar nuestra confianza. No sabemos por dónde van a salir o puede que esperemos lo muy diferente a como nosotros pensamos.

Sin embargo, el saber gestionar lo diverso nos enriquece sin duda y es fundamental en un mundo global cada vez más “plano”.

  1. Si no estás en una red, no estás

La realidad senos aparece cada vez más como colaborativa. ¡Qué difícil es trabajar aislado! El equipo es fundamental y la economía cada vez aprovecha más la aportación y colaboración de unos y otros. Y si quieres ser visible, aparece y navega por las redes.

  1. La tecnología transforma nuestro hacer y nuestras realidades

Y con la tecnología no necesariamente nos encaminamos a modelos más mecanicistas. Me gusta hablar de ir hacia un mayor humanismo a través de la tecnología. Una gran paradoja. Difícil pero posible.

  1. No hay futuro si no avanzamos en la sostenibilidad

Y no es cuestión de funcionar solo en el corto plazo sin alzar la vista. Hipotecar el futuro de nuestros descendientes tiene poco de humano. Los recursos no son ilimitados. Y está claro que cada vez más existe una conciencia más holística según la cual nos vemos todos navegando en una misma barca que no puede naufragar.

Bueno, estas son sólo algunas tendencias que nos señalan cómo ir funcionando en las nuevas realidades. Ahora, cada uno debe saber cómo influyen en su autoliderazgo.

Hasta el próximo mes y…”acuérdate de ir siendo feliz”

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